Daddy's fear.

12.

Otra semana después, Jungkook había recuperado el sueño. Había visitado a su madre el fin de semana y se había quedado con ella unos días junto con Jihyun. La extrañaba y necesitaba abrazarla debido a que amaba sentir lo que los abrazos de su mamá le brindaban. Habló con ella y le contó todo, la señora Jeon lo comprendió y no solo le dio consejos, también se encargó de hacerle comidas extravagantes para que llevase a su casa y recuperara el peso que había perdido.

Jungkook se sentía mejor, pero no mucho menos aterrado.

Se encontraba durmiendo plácidamente cuando el sonido de su celular lo despertó. Con sus ojos cerrados apretó un botón y contestó la llamada, masajeando su sien.

—Jungkook... —era Taehyung. Se sentó en la cama y abrió sus ojos—. J-Jungkook, estoy afuera ¿Puedes abrirme?

—Ya voy.

Jungkook se levantó y corrió escaleras abajo. Abrió la puerta y se encontró a Taehyung desabrigado con su nariz roja debido al frío y su cuerpo temblando. Tenía lágrimas cayendo por sus ojos. Jungkook se hizo a un lado y lo dejó pasar, tomó un abrigo colgado en el perchero y se colocó sobre los hombros.

—Dios mío ¿Qué pasa? —preguntó el azabache y ambos se sentaron en el sofá.

—Me siento muy raro... —sollozó Taehyung y Jungkook no creía haberlo visto con un rostro tan preocupado y sin una sonrisa—. E-este chico ¿Recuerdas?

—... Sí.

—É-él me lastimó porque le dije que creía tener sentimientos por otra persona. Enfureció y me dejó en la puerta de casa, solo y-y quise entrar pero mis llaves quedaron en su auto y no tengo auto y...

—¿Te hizo daño? —Jungkook preguntó y Taehyung asintió, mostrándole un hematoma que resaltaba en su antebrazo—. Dios, no.

—Enloqueció —susurró—. Pero eso no importa.

—¿Cómo que no? Parece que tiene vida —habló Jungkook, agudizando la voz por la preocupación y Taehyung soltó una risa suave. Jungkook lo miró incrédulo.

—J-Jungkook, no importa, de verdad.

—¿Cómo puedes decir eso? Nadie puede hacerte esto —musitó y Taehyung asintió—. Ven, sígueme.

Ambos subieron las escaleras y fueron a la habitación, Taehyung se sentó en la cama y Jungkook entró a su baño para rebuscar entre los cajones. Se acercó y se sentó al lado del castaño, bajo la atenta mirada de éste. Sostuvo su muñeca con cuidado y colocó una crema sobre el moretón de manera sumamente delicada. Taehyung lo observó.

—No entiendo como puedes decir que no importa, nadie puede hacerte esto, tú no te mereces esto —se quejó Jungkook en voz baja y Taehyung sonrió, tomando su mano y haciendo que el otro lo mire.

—Jungkook, déjame hablar, estás siendo tú el charlatán.

—Pero-

—Sh —Taehyung sonrió y ladeó la mirada, admirando las facciones del hombre en frente suyo. Se deleitó con los rasgos de su rostro, sus ojos brillantes, sus mejillas coloradas y sus labios rosados que lucían tan apetecibles—. Jungkook, sólo quiero hablar contigo, no me importa ese idiota. Estaré mejor.

—Pareces un sociópata.

—Calla, tonto —se quejó y soltó una risa—. Estoy tratando de decirte algo —Jungkook asintió y lo miró con atención—. Quiero que intentemos salir de nuevo.

—... —Jungkook se quedó en silencio por unos segundos antes de hablar—. Quieres... quieres... ¿Quieres?

—No puedo dejar de pensar en ti.

Jungkook asintió y acarició el rostro de Taehyung con una mano para pronto inclinarse y unir sus labios en un lento y parsimonioso beso. El castaño  dejó salir un suave suspiro y se apegó al contrario, haciendo que éste quede contra el colchón de la cama. Se acomodó al lado de Jungkook y acarició su cabello mientras el otro saboreaba su boca de una manera que lo hizo delirar.

—Mhm, Jungkook... —susurró Taehyung, mirándolo—. D-dije que quiero salir contigo no que...

Soltó una risa cuando Jungkook dejó un pequeño beso en su boca y negó con la cabeza.

—¿Estamos yendo muy rápido? —preguntó Jungkook y Taehyung asintió. Jungkook se separó—. Lo siento.

—... —Taehyung negó con la cabeza—. Ah, mierda.

Tomó la remera del otro chico y lo besó de manera más intensa, disfrutando el choque entre sus bocas y sentir su respiración contra su rostro, mientras las manos de Jungkook sostenían su cintura y lo atraía a sí. El azabache acarició la espalda del otro y ambos sonrieron, separándose de forma lenta.

—Mhm... —Jungkook suspiró, mirándolo a los ojos. Su corazón latió de manera frenética y aquello lo preocupó, sintió miedo y quiso irse corriendo o esconderse bajo las sábanas. Taehyung acarició su mejilla con delicadeza y cerró los ojos, disfrutando el contacto de su piel contra la suya.

—No pienses, Jungkook, déjate disfrutar esto.

—Eso intento.

—¿A qué le temes tanto? —preguntó Taehyung y Jungkook se mantuvo en silencio por un largo rato, a lo que el chico le dio la espalda—. No te miro, dime.

—No lo sé.

—Lo sabes.

—Lo sé, pero... —suspiró y recordó las largas charlas con su madre—. Nunca te hablé de la madre de Jihyun. Ella falleció a los meses del nacimiento de nuestra pequeña y yo de verdad la amaba. Nunca creí en eso de "vivieron felices por siempre", pero éramos jóvenes y yo no estaba listo para dejarla ir. No quiero tener que pasar por eso de nuevo, sé que si estoy con alguien... ese momento va a llegar y no quiero, es muy doloroso.

Taehyung se dio la vuelta y observó la expresión angustiada del otro.

—¿Tú crees que si estás con alguien no va a durar para siempre? —preguntó y Jungkook asintió—. Entonces nunca disfrutas nada con nadie si solo piensas en que se va a acabar. Si no intentas que dure para siempre, no lo hará. Es poco probable que un noviazgo dure, pero vale la pena intentarlo y encontrarás a ese alguien que te acompañe hasta tus últimos días.

—Tienes razón —Jungkook cerró los ojos—. Quiero... yo solo quiero amar en paz, Taehyung...

—Y puedes hacerlo, debes disfrutar el momento y no pensar en el futuro —dijo Taehyung y Jungkook sonrió, porque aquellas fueron las exactas palabras que le dijo su madre.

Pronto ambos cayeron dormidos, enfrentados y sus respiraciones entrelazadas. No habían hecho nada pasado de tono, pero ambos se sintieron igual de íntimos y unidos.