Daddy's fear.

09.

Jungkook entró a la oficina, se encontraba totalmente decepcionado de sí mismo. Había pensado de manera muy impulsiva, siendo esclavo de sus miedos y su estrés. Cuando besó a su secretaria, que por cierto besaba asquerosamente mal, lo único que pasaba por su mente era que esperaba que ese beso quitara cualquier pensamiento de Taehyung. Creyó que solo tal vez quería besarlo y besar a otra persona le quitaría las ganas: estaba equivocado.

Besó a Taehyung y no sentía más que deseo de repetirlo, de volver a besarlo y sentir su boca.

Se sentó en el escritorio y Sooyoung salió del baño que había en la oficina. Ella se acercó y acarició su hombro.

—¿Quiere que volvamos a lo de antes? —Sooyoung preguntó—. Tal vez eso lo ayude...

–No, Sooyoung, basta —la miró y ella, como acto seguido acarició su pierna.

—Señor Jeon.

—¡¿Qué haces?! —se levantó—. Ya te he dicho que no, el otro día también te dije que no y aún así me besaste.

—Pero me besó de vuelta.

—Pero ya te había dicho que no ¿Crees que puedes ir por ahí obligando a la gente a besarte? No, por favor —se quejó Jungkook, sentándose nuevamente.

—Usted quiere.

—Sal de mi oficina, inmediatamente.

—Pero...

—Estás despedida, lárgate —sentenció y la chica quebró en llanto, mientras salió corriendo del lugar.

Jungkook cubrió su rostro y ahogó un grito, lleno de furia y ansiedad. Sentía como todo su mundo se volvía gris y las ganas de golpear algo lo perseguían. Necesitaba sacarse la rabia con algo, golpear algo, lo que sea. Estaba furioso con Sooyoung pero el enojo que sentía por ella no se asemejaba al que sentía por sí mismo.

Tomó el teléfono y llamó al sector de diseño gráfico, no se sorprendió cuando Hoseok atendió a los segundos.

—Jung, por favor, ven a mi oficina —pidió y el otro no chistó, hizo caso y al minuto se encontraba frente a la puerta—. Por favor, pasa.

—¿Sucedió algo, señor Jeon? —preguntó el joven, Jungkook notó como sus manos temblaban de los nervios.

—No te preocupes, Hoseok, estás a salvo —dijo y el nombrado suspiró, colocando una mano en su pecho—. De hecho quería... conversar contigo. Sabes, Sooyoung ha sido despedida.

—Oh, creí que ustedes...

—No, descuida. Sólo fue un accidente y ya está.

—Entiendo ¿Quiere ayuda para un nuevo asistente? Puedo decirle a los chicos y...

—No, Hoseok, quiero que tú seas mi asistente. Tus cosas serán desplazadas aquí y me ayudarás con los cargos más importantes, tomarás más decisiones por las áreas, incluyendo la de diseño y puedes dedicarle su tiempo si lo desea.

—¿De verdad? —el chico sonrió enormemente—. Oh, por dios.

—¿Estás de acuerdo? Haremos una semana de prueba y me dirás como te sientes y yo te daré mi punto de vista.

—Me parece perfecto —se levantó Hoseok y estrechó la mano de su jefe—. Muchas gracias.

—Mañana traerás tus cosas aquí y comenzaremos.

—Gracias, en serio.

Jungkook asintió y dieron por finalizada la conversación. El pelinegro tomó su celular y marcó el celular del chico que tanto le interesaba. Golpeó la mesa de manera impaciente y el contestador lo recibió.