16.

4.5K 431 55
                                    

Jungkook llegó al trabajo y apenas se sentó, su teléfono comenzó a sonar. Se quejó pero en cuanto vio que era Taehyung, su corazón latió con vigor y atendió la llamada de manera inmediata.

—¿Hola? —habló.

—¡Jungkook! Hola —Taehyung exclamó y Jungkook sonrió, cubriendo su boca ligeramente y recibiendo una mirada incrédula de Hoseok, a quien miró seriamente y volvió a su trabajo.

—¿Cómo estás?

—Bien, bien, los niños están en gimnasia. Quería aprovechar para decirte algo.

—Te escucho.

—Este amigo mío, Jimin, vendrá a visitarme dentro de poco —dijo y Jungkook asintió—. Así que quería saber si... ¿Conoces algún amigo que esté soltero?

—¿Para él?

—Sí.

—Uh, no lo creo ¿Cómo es tu amigo?

—Es profesor de danza y tiene un negocio familiar, una panadería. Es súper inteligente, dulce, divertido. Es mi mejor amigo.

—Oh, bueno, uh... déjame ver.

—Ok, ok... ¡Si tienes dime! Me gustaría que lo conozcas y podemos tener una cita doble.

—Ah, qué genial. Está bien, veré que hago.

—Muchas gracias ¿Y Seokjin? ¿Él no está soltero?

—Nope, está con un tal... Yoon... Yoongi, creo, no recuerdo. No está soltero.

—Oh, bueno. Entonces es eso —murmuró Taehyung y ambos estuvieron en silencio un rato, el rostro de Jungkook dolía de tanto sonreír—. La pasé muy bien el sábado.

—Yo igual... tenemos que repetirlo.

—Definitivamente —afirmó el castaño—. Oh, y... De verdad quiero saber si lo que me dijiste era cierto —susurró.

—¿Qué cosa?

—Si de verdad eres bueno.

—¿En...? Oh —Jungkook abrió sus ojos de par en par y sintió un leve ardor en su rostro. Se acomodó en su asiento y aclaró su garganta.

—Creo que puedo coincidir contigo.

—¿Cómo?

—Yo soy muy bueno haciéndole el amor a hombres con cara amargada que no saben formular una oración.

—¡Hey! Yo sé, sí sé.

—Seguro.

Jungkook mordió su labio inferior y un cosquilleo se instaló en su vientre cuando su mente comenzó a divagar en sus pensamientos que luchaba para que se mantuviesen ocultos. Taehyung soltó una risa y eso alejó a Jungkook de su fantasía, quien debió des-abrocharse un botón de la camisa debido al calor que había inundado su cuerpo.

—Así que... un día debes mostrarme, no quiero quedarme con la intriga ¿Sabes?

—Ajá.

—Bueno, debo colgar, tengo que continuar con mi trabajo. Besitos.

Jungkook cortó sin siquiera despedirse y se levantó. Hoseok lo obsevó y balbuceó, fallando totalmente al intentar hablar y se encerró en el baño. Desabrochó otros botones más de su camisa y se sentó sobre la tapa del retrete, cerrando sus ojos y sacudiendo su mano frente a su rostro en un intento de bajar la calentura.

Era notorio que Jungkook había estado un tiempo abstenido, pues sus hormonas se habían alborotado cual adolescente y eso le había tomado por sorpresa. 

Ese fin de semana, Jungkook ya había encontrado a aquel hombre que podría ser bueno para el amigo de su cita. Namjoon era amigo suyo y habían perdido contacto, pero cuando lo encontró en una cafetería y charló con él, supo que era el indicado.

Jungkook y Namjoon entraron juntos al restaurante, siendo recibidos por las enormes sonrisas de ambos chicos. Jungkook dejó un beso en la mejilla de Taehyung y los otros, agobiados por la vergüenza, simplemente se dedicaron una sonrisa y miraron la carta como distracción.

—Jimin ¿Verdad? —preguntó Jungkook a lo que el otro asintió—. Un gusto conocerte, he oído maravillas de ti. Él es Namjoon, un amigo de la infancia.

—Un gusto —murmuró el otro, con sus mejillas sonrojadas.

El resto de la noche se pasó rápido, entre los cuatro conversaron y crearon un ambiente bastante ameno y cómodo para todos. Cuando decidieron que era hora de irse, estaban todos afuera y Jimin tomó el brazo de su mejor amigo, alejándolo de los dos chicos.

—¿Qué piensas de Namjoon? —susurró y Taehyung sonrió.

—Definitivamente te estaba chequeando, creo que le gustas —dijo y Jimin sonrió—. Y también te vio el trasero cuando fuiste al baño.

—¡Genial!

—¿Y qué opinas tú del señor malo?

—Es muy aterrador, de verdad. Tiene su cara seria pero su forma de hablar es otra cosa —dijo y Taehyung asintió, ambos rieron—. Pero de verdad se me hace buen chico, si vieras la forma en la que te mira...

—¿De qué hablas?

—¿No te das cuenta? Su cara es otra cosa cuando te ve y te habla, mientras hablaba con nosotros dos mantenía su rostro serio, pero te vio a ti y me dieron ganas de llorar. No dejaba de sonreír ¿No te diste cuenta?

—No me ilusiones...

—No lo hago. Es impresionante, Tae, le encantas.

—... ¿Crees eso?

—¡Que sí! Ahora ve con él. Invítalo a tu casa, tomen champán, tengan sexo...

—Eres un ordinario —sonrió, golpeando el hombro del chico—. Iré a hablar con él.

Taehyung se acercó al azabache, quien sonrió enormemente al verlo. Namjoon fue a hablar con Jimin y ambos decidieron que se irían juntos.

—Creo que se gustan —dijo Taehyung y Jungkook asintió.

—De verdad, Namjoon estaba encantado.

—Ajá... —el mayor sonrió y tomó la mano del contrario, acariciando ésta suavemente—¿Jihyun con quien está?

—Con mi mamá.

—Osea que puedes venir a mi casa.

—Puedo ir a tu casa.

—Vamos.

Daddy's fear.Where stories live. Discover now