37.

2.9K 281 4
                                    

Taehyung terminó de guardar todas sus cosas mientras Jihyun se encontraba sentada dibujando en un cuaderno que su padre le había comprado. El castaño se acercó, sosteniendo su mochila.

—¿Vamos, cielo? —preguntó y ella asintió, guardando el cuaderno y levantándose de su asiento.

Jungkook se había ido hace una semana pero no habían tenido tiempo de hablar. Aún así, sabía que el menor de ambos pudo conversar con su hija y aquello le tranquilizaba, porque no quería que Jihyun se sintiese mal al respecto.

Se encargaría de llevarla a casa de Jungkook debido a que Seokjin trabajaría hasta tarde. 

Viajaron juntos en autobús y en cuanto llegaron, Taehyung debió cargarla hasta su cama porque ella había caído dormida. La arropó y salió del cuarto, cerrando la puerta y yendo a sentarse en la sala, sobre el cómodo sofá color negro. Se estiró y ojeó sus redes sociales, hasta que su celular comenzó a sonar.

Atendió de inmediato al divisar el nombre de Jungkook en la pantalla y una enorme sonrisa se posicionó en su rostro.

—Hey —habló, abrazando sus piernas.

—Tae, hola. Lamento que no pude llamarte antes ¿Cómo estás?

—Estoy bien, descuida. Acabo de dejar a Jihyun en tu casa y esperaré a que llegue Seokjin, tiene que trabajar y creo que en media hora ya sale.

—Oh, bueno ¿Ella está bien?

—Sí, está emocionada porque este ya es el último mes y pronto vuelves.

—Espero. Oye, lo siento de verdad. Estuve toda la semana trabajando y estoy exhausto, es más difícil de lo que me esperaba y no tengo descanso. He dormido cuatro horas nada más, te extraño.

—No pidas perdón —mordió su labio inferior—. También te extraño, Kook. Pero ya nos veremos ¿Sí?

—Por supuesto ¿Sabes que me subiría el ánimo?

—¿Qué?

—Nudes.

—¡Jungkook! No te voy a enviar fotos así, es riesgoso.

—Solo se tiene que ver tu cola.

—Agh, eres un cerdo —sonrió—. No te enviaré.

—Está bien, le pediré a mis otros amigos con los que me doy besitos.

—Pues bien —soltó una risa y fue a la cocina, poniendo agua a calentar—¿Hay té en tu casa?

—En el segundo cajón, al lado del horno. Hay una cajita con muchos de distintos sabores.

—Oh.

Taehyung abrió el cajón y luego la pequeña caja, notando que Jungkook tenía razón. Tomó el té con gusto a fresa y frunció el ceño.

—Creí que no te gustaba el té —habló el castaño, dejando una taza sobre la mesa.

—No son para mí, los compré para ti. Así cada vez que vas a casa tienes té, sé que te encanta.

—¿De verdad? —Taehyung sonrió, colocando una mano en su pecho, justo donde se encontraba su corazón que se sacudía con felicidad—¿De verdad es por eso?

—Claro que sí...

—Oh, me harás llorar —Jungkook soltó una risa.

—¿Por qué?

—Eres muy dulce. Me dan muchas ganas de besarte.

—Puaj.

—¿¡Puaj?! ¡Hey!

—Mentira, mentira. Yo también quiero besarte.

Taehyung sirvió el agua en la taza y se sentó, mezclando el té en el que anteriormente vertió azúcar. Sonrió y recordó todo lo que había pasado, sintiendo su corazón palpitar con vigor y un cosquilleo recorrerle el cuerpo.

—Fue asombroso... antes de que te vayas.

—Sí lo fue, nunca me cansaré de hacerte el amor.

—Ah —Taehyung suspiró, sintiendo sus mejillas arder y cubrió su rostro con una mano—. No digas eso.

—¿Por qué? Es la verdad. Podría estar toda la noche...

—Shh.

—Estoy seguro de que estás sonrojado.

—Claro que no.

—¡Claro que sí~! ¿Por qué te sonrojas? Lo hemos hecho miles de veces.

—No... no tantas veces.

—¿Cuánto es "tantas veces" para ti?

—No lo sé.

—Porque he estado contigo unos cinco meses y en esos cinco meses he follado más que en dos años enteros.

—Estás exagerando... —Taehyung sonrió—. Bueno... sí...

—Como tú digas. Si quieres hacerlo mil veces más yo estoy totalmente de acuerdo. En cuanto vuelva... —ambos comenzaron a reír y Taehyung negó con la cabeza, agachando la mirada.

—Te extraño, extraño estar contigo.

—Yo también te extraño, amor. Te prometo que haré la posible y llegaré antes.

—¿Crees que eso pueda pasar?

—No lo sé, pero hay que ser optimistas. Necesito que tú me prometas algo.

—Adelante.

—No puedo asegurarte que estos días podré llamarte, pero no te vuelvas loco ¿Sí? Se vienen días más complicados aún y apenas tengo tiempo de comer. Promete que serás paciente.

—Lo juro.

—Está bien. Confío en ti.

—Yo igual.

—Adiós, Tae, debo irme. Te amo.

—Yo más.

Daddy's fear.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن