Capítulo 23

4.7K 279 8
                                    

Un mes pasa extremadamente lento para mí. Sin dudas, el mes más aburrido de mi vida. Todo está muy tranquilo. Verónica, ha mejorado muchísimo. Trabaja y mantiene la casa de mi abuela limpia y cuidada. Ella y mi madre se han juntado a tomar té, un par de veces. Mi mamá dice que es una buena mujer que ha sufrido mucho y que lamenta haberla juzgado antes de saber.

Le pedí a Allie después de aquel pequeño mal entendido en la biblioteca. Yo estaba demasiado alterada por todo y simplemente me la agarré con mi mejor amiga. Si bien, hemos estado hablando, no le confesé aquello de estar enamorada de Caden.

Y por último, Caden. Logré mi objetivo de terminar cualquier tipo de cercanía con él. Aunque eso no ha significado que mi reciente sentimiento se haya ido. A veces siento que no lograré olvidarme de él. Lo más raro es que siento algo por alguien con el que ni siquiera he intentado tener una relación. Pero lo extraño. Lo extraño horrores.

Lo bueno es que no he escuchado ningún rumor sobre él, saliendo con alguien o teniendo sexo con cualquiera. Ha estado tranquilo este mes, asistiendo todos los días a clases y comportándose.

Estoy por entrar a la última clase de mi día cuando alguien me avisa que la rectora quiere verme. Un poco extrañada, me dirijo hacia su despacho. La secretaria me hace pasar y la rectora Sandra Collins está sentada detrás de su imponente escritorio.

—Toma asiento, Gwen —me dice amable.

—Gracias —con un poco de cautela, me muevo hasta tomar mi lugar —¿Quería hablarme?

—Sí —entrelaza sus dedos sobre la superficie de madera y me mira —¿Cómo has estado?

—Bien —miento. No puedo venir y contarle todos mis problemas a la rectora, no creo que quiera escucharlos.

—Me parece que no tanto —dice con una sonrisa conocedora —Te mandé a llamar para que hablemos sobre Matt Lancaster.

—¿Qué pasó con él? —pregunto preocupada porque haya hecho alguna otra estupidez contra Caden. Aunque a decir verdad en estas últimas dos semanas se ha mantenido alejado de mí y no me ha llamado para controlarme.

—Sé lo que pasó con Caden, y sé que Matt ha tramado algo —me cuenta. La miro con verdadera sorpresa. No se me ocurre como pudo haberlo averiguado —Y también sé que tú fuiste la responsable de que Caden saliera en libertad.

—¿Cómo lo sabe?

—Eso no importa —me asegura —Sólo quiero que sepas que he tomado ciertas medidas y Matt ya no puede levantar cargos contra Caden.

—¿Qué? —estoy por entrar en shock.

—Verás, conozco mucho al padre de Matt y he hablado con él. Matt ha decaído mucho en la carrera y su regularidad en esta Universidad corre peligro. Los promedios aquí son importantes.

—Sí, lo sé…

—Entonces, acordamos que Matt terminará aquí la carrera pero que no se acercará más a ti, ni al señor Szifron.

—¿De verdad? —inquiero totalmente esperanzada —¿Eso significa que… todo puede volver a la normalidad?

—Sí. Ya no hay más chantaje, señorita —me sonríe.

Mientras esa noticia me hace sonreír, siento en mi interior que en realidad no sirve de nada. Caden está completamente alejado de mí y en cierta forma sigo pensando que es lo mejor para ambos.

Al día siguiente, el último día de clases antes de las vacaciones de otoño, se me pasa rápido. Asisto sólo a una clase y luego voy a visitar a Verónica. Hoy es el cumpleaños de mi abuela Gloria y mi madre le hará una elegante fiesta con todos en su casa. Mamá me dijo que podía invitarla, así que voy a verla para preguntarle.

Peligrosa AtracciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora