Capítulo 30

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Cuando llego a mi casa, Michael, Dani, Joey y Allie, ya están esperándome en la puerta de mi departamento.

—¿Alguna noticia? —les pregunto al instante, sin siquiera saludarlos.

—No  —Michael frunce el ceño con un toque de preocupación —Él no contesta el teléfono.

—Maldita sea —digo entre dientes y camino de un lado al otro.

—Tranquila, Gwen, ya daremos con él —dice Allie y me abraza.

Ingresamos a mi departamento y todos seguimos insistiendo en llamarlo. En un momento su celular deja de sonar y nos manda directamente al buzón de voz.

Soltando un suspiro, me dejó caer en el sillón y me esfuerzo en no ponerme a llorar. Allie se sienta a mi lado y me mira con pena.

—Él debe estar bien —me dice.

—Entonces, ¿Por qué no atiende? —le pregunto nerviosa —¿Por qué se fue así?

—Quizás le surgió algún problema —agrega Dani apareciendo y sentándose del otro lado.

—No lo sé, voy a volverme loca —me cubro el rostro con las manos.

Allie, acaricia mi espalda, dice que todo va a estar bien, pero yo no puedo dejar de sentir que nada está bien.

Michael y Joey están alejados de nosotras hablando. Noto la preocupación en el ceño fruncido de Michael. Cuando se acercan, temo lo que vayan a decir.

—Creemos que Caden está con Donald.

—¿Su padre? —inquiero y me pongo de pie —¿Y por qué no contesta?

—Quizás, Donald, lo mandó a hacer algo —dice Joey —Cuando es así, Caden, se aleja.

—Donald, es un hijo de puta —dice Allie y hay enojo en su tono.

—Lo sé —asiento, dándole vueltas a esa idea —¿Creen que le haya hecho algo?

—Naaah —dice Michael —Está un poco loco, pero no creo que lastime a Caden.

Es obvio que ellos no saben lo que yo sé. Me pongo de pie y los dejo allí para alejarme e intentar comunicarme una vez más con él.

El buzón de voz me atiende. Decido que voy a dejarle un mensaje, quizás cuando lo escuche, me devuelva el llamado. Tomo una respiración profunda antes de hablar.

—No sé qué pasó —digo mientras el nudo en mi garganta se vuelve un poco más apretado —No sé dónde estás, no sé si estás bien, si te pasó algo malo, no sé nada de ti, Caden, ¿Dónde estás? —la desesperación comienza a hacer que mis palabras salgan nerviosas —¿Te has ido porque fui a ver a Dean? Le dije que te amo, le dije que lo sentí que yo sólo te quería a ti, que sólo tengo ojos para ti y que me importas y... —dejo de hablar al darme cuenta que parezco una loca hablando con la nada —Llámame, por favor. Yo estoy aquí para lo que sea que necesites. Siempre estaré aquí.

El tiempo de mensaje se termina justo después de que digo eso. Vuelvo con los chicos y planean pedir una pizza. Yo no como cuando llega y todos se sirven.

—Gwen, deberías comer —me dice Joey.

—No tengo hambre —le aseguro.

Sé que todos están preocupados por mí, pero no logro dejar de pensar en Caden. Cerca de la media noche ellos deciden irse, pero Allie insiste en quedarse.

—No quiero dejarte sola —me dice preocupada.

—Estaré bien, Allie, prefiero estar sola.

—Gwen...

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