Capítulo 42

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Soy la primera en despertarse, y eso es casi un milagro. Me muevo lo más despacio posible y salgo de la cama.

Caden está tumbado boca abajo, el cabello bastante desordenado ya que lo tiene más largo. Me gusta que lo lleve así, a veces le cae en la frente, con mechones más claros en las puntas, haciéndolo verse más niño.

Pero ya no es un niño. Es un hombre, uno que me tiene muerta de amor. Y hoy es su cumpleaños.

Resistiéndome las ganas de despertarlo a besos y cantarle el cumpleaños feliz, salgo de la habitación. Decido usar el baño para invitados y para cuando termino, Caden ya está despierto.

Me muerdo la lengua para no soltar las palabras, y dejo que él se acerque a mí para abrazarme. Cierro los ojos y lo aprieto con fuerza, respiro su aroma tan masculino. Él me hace tan feliz.

—Buenos días —me dice al oído, su voz ronca.

—Justo iba a despertarte —le comento mientras me alejo y lo miro a los ojos. Él mantiene silencio durante unos segundos, creo que espera que lo salude.

Diablos, voy a arruinar la fiesta sorpresa.

Cuento mentalmente hasta diez y me alejo completamente de su abrazo. Odio hacer esto, pero los chicos y yo organizamos una fiesta sorpresa para Caden esta tarde.

—¿Por qué no me despertaste antes? —pregunta él a mi espalda mientras vamos hacia la cocina.

—No lo creí necesario —lo miro sobre mi hombro. Se ve un poco decepcionado, y su cabello cae sobre su frente. Mi niño bonito —¿Por qué no vas a bañarte mientras preparo el desayuno?

—Bien —asiente y vuelve a la habitación.

Suelto un suspiro y me pongo a hacer café para él. He aprendido a hacerlo bien, ya que es lo único que Caden tolera por las mañanas.

Recibo un par de mensajes de Allie y le digo que me muero de ganas de saludarlo. Ella me reta y dice que más me vale no abrir la boca.

Mi madre también me escribe, preguntándome si puede llamar a Caden para saludarlo. Le digo que no, que lo llame mañana.

No me doy cuenta que él ya terminó y vuelve a la cocina. Guardo mi celular rápidamente y le doy una sonrisa nerviosa.

Toma asiento frente a mí, se peina el cabello mojado hacia atrás. Sus ojos azules se clavan en los míos, parece algo enojado.

—Hice café —le sirvo una taza y se la alcanzo.

Todavía en completo silencio el comienza a beber. Me preparo un poco de jugo y vuelvo a sonreír mientras me siento frente a él.

—Maldita sea —murmura. Lo miro curiosa —Tenemos clases con la señora Thomson.

—Es una mujer encantadora —digo algo divertida. Caden no tolera a la señora Thomson, y no puedo evitar recordar el primer día que lo conocí —Pero ella tampoco te quiere.

—Es un sentimiento mutuo.

Termino mi jugo y me pongo de pie para lavar las cosas que he usado. Me giro a verlo y se ve más enojado que antes. Creo que esta idea de la fiesta sorpresa es pésima.

—¿Ya terminaste? —inquiero y me seco las manos.

Bebe el café con su mirada fija en mí. Cuando termina, apoya la taza a un costado y asiente. Odio que crea que olvidé su cumpleaños. Por eso me acerco para besarlo. Al principio, él se queda quieto. Pero unos segundos después, sus manos se apoyan en mi cintura y su boca se abre. Un escalofrío baja por mi espalda, él sabe a café y un toque de tabaco. Casi ya no fuma, pero cuando lo hace tiende a hacerlo por las mañanas. Una de sus manos se levanta y me toma del rostro, alargando el contacto.

Peligrosa AtracciónWhere stories live. Discover now