¿Oýd ese sonido seco?
Me imagino que no,
es que no lo escucharais
si de corazón ileso estáis.
El sonido de los gríllidos del Florian,
el que hace cricrí quando alguien va à morir.
Una vez escuché el grillar en la lejanía,
pronto una sombra me perseguía y yo huí.
Corría y corría y aquello se acercaba,
cada paso hacia à mí era tan funesto,
que en su cántico de gríllidos,
se podía percibir el llanto de agonías.
Pronto recordé que ese
era el grillar de la muerte,
y que venía à por mí,
éso grillaba tan fuerte,
que por el miedo, no me moví.
Lamentos de desesperación
habían detrás dʼesa pálida obscuridad.
El cricrí cuasi silencioso y opacado
helaba mi piel al temor de morir
de la depresión que cargaba sobre mí.
Y cuando en mi oýdo
he oýdo el grillido del horror,
en súplicas le dije à Titono:
«Oh, Titono, escúchame,
oý el llanto de tu amada Eos:
"No quiero morir, pero tú me ignoras,
y repites una y otra vez:
'Mori, mori, mori'"».
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Poemario II, Saudade anhelada
Poetry♔︎⚥︎ Este poemario consta de cincuenta poemastros, los cuales están escriptos de manera rebuscada, es decir, con palabras y expresiones poco conocidas, arcaicas y cultas, así como extranjeras y coloquiales. Todos los derechos reservados. Los poemas...
