Luna bella

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Luna bella, que estás en el cielo,
aquí estoy à vuestra merced,
con mis brazos vacíos
en una noche tranquila
y mi alma inquieta y apagada
donde mi esperanza de flor
en flor se desespera.
Los suspiros de mi boca
se escapan do nadi los pueda escuchar.

La soledad, hermosa amiga,
la que acaricia mi piel
y me produce un sueño.
Donde los labios ausentes
y el contar de los días
son mi eterna poesía.
Donde para empezar mi cuento
desalentador y de fe efímera
con el intenso fuego abrazador
guardado en mi alma y
obligado à estar en el congelador.

Alma hermosa,
la que dice lo que siente
y otras veces sus palabras
se vuelven mudas.

Donde à veces calla
para poder escuchar
y nada más
responde el silencio.

Poemario II, Saudade anheladaWhere stories live. Discover now