𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 1: 𝙼𝚘𝚗𝚜𝚝𝚛𝚞𝚘

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SoHyun había preferido esperar a un lado del salón de Araya que no faltaba mucho para su hora de salida, la castaña sintió su teléfono vibrar en el bolsillo, lo tomó viendo el nombre el nombre en la pantalla.

—Hola, unnie—saludó al llevar el teléfono a su oreja.

—SoHyun, ¿En dónde estás?

—En la escuela de Ara, ¿Por qué? —miró el pasillo en el que se encontraba, las decoraciones de éste eran hechas por los mismos niños.

—Quería invitarte a almorzar algo.

—No creo que pueda.

—Puedes llevar a mi sobrina, no hay problema—SoHyun respiró profundo— ¿Estás molesta conmigo?

—No, no es eso, es que enserio no podemos. Debo hacer muchas cosas en la casa, además, Dae llegará temprano del trabajo...

—¿Consiguió el empleo en el bar?

—Sí. Lo contrataron hace una semana—bajó la vista a sus pies. Tenía sus razones para no aceptar—Escucha, debo dejarte, Ara va a salir.

—Pasaré a visitarlos pronto. Cuídense—fue lo que dijo antes de colgar. SoHyun guardó su teléfono en el momento que la campana sonó indicando el fin de clases, asomó su cabeza un poco cuando los niños empezaron a salir, Ara estaba guardando sus cosas en su bolso, sonrió ladinamente cruzándose de brazos.

Ara tenía siete años, sus ojos eran pequeños y rasgados como los de su padre, tenía el diminuto lunar debajo de su ojo derecho como su madre, su cabello azabache y liso caía por sus hombros. Sus labios eran delgados mientras que su rostro era redondo, saber que los problemas en casa estaban afectándola era doloroso.

De por sí, saber que su familia estaba desmoronándose era doloroso.

—¿Omma? —la niña se sorprendió al verla.

—No pareces contenta de verme aquí—acomodó algunos mechones de su cabello.

—No es eso, ¿Te llamó algún profesor?

—Así es, están preocupados por tus notas—le ofreció su mano y la niña la tomó. Ara no dijo nada más apenas salieron de la escuela.

Su actitud cambió radicalmente.

...

El almuerzo estaba preparado, SoHyun había servido la mesa llamando a la niña, ésta apareció con su ropa para estar en casa, su cabello estaba recogido en una coleta baja como la de su madre, tomó sus palillos comenzando a comer en silencio.

—¿Quieres hablar conmigo sobre lo que ocurre? —intentó convencerla. Ésta mantuvo la vista en su plato masticando despacio—Sé que ha habido problemas en casa, no debes preocuparte por eso, tu padre y yo lo arreglaremos, quiero que te concentres en tus estudios, ¿De acuerdo?

No, no estaba de acuerdo.

—¿Ara? —aun así, la niña no habló ni la miró—Cielo, por favor—tomó su mano. Sus ojos pequeños la observaron—Comenzarás a ver al psicólogo de tu escuela, será...bueno para ti—Ara hizo intentos de decir algo, pero se olvidó de ello cuando escuchó la puerta de la casa.

Se volvió más pequeña aún.

SoHyun se levantó de inmediato sirviendo otro plato más, sus manos temblaron ligeramente e intentó controlarse, sólo era su esposo, nadie más. DaeHyung apareció en la cocina tambaleándose, Ara miró a su padre arrugando la nariz, apestaba a alcohol y no era la primera vez. El pelinegro se sentó en una de las sillas con aire cansado.

—¿Cómo te fue en la escuela, Ara?

SoHyun sirvió la comida a su esposo sabiendo que la niña no diría nada.

—Fui a recogerla...

—Le pregunté a ella—la calló. SoHyun también arrugó la nariz, Dae había bebido de nuevo.

—¿Bebiste en el trabajo antes de venir?

—¿No puedo tomar una cerveza?

Ara aferró su mano a los palillos sintiendo que su pulso aumentaba.

—No es eso, la niña no debería verte en ese estado, eres su padre, debes ser un buen ejemplo...

—SoHyun, tú no eres una buena esposa y no te digo nada—lo cual era mentira. Siempre se lo recordaba, DaeHyung regresó su atención a su hija—¿No vas a responderme? —SoHyun notó la respiración pesada en la niña.

—Está un poco cansa...—la bofetada hizo que Ara diera un respingo iniciando sus temblores, SoHyun llevó su mano a su mejilla y DaeHyung se levantó de la silla colocando sus manos en sus mejillas.

—Déjala que responda, ¿Por qué me haces ser así, SoHyun? —sus manos fueron a su cuello. La castaña asustada intentó retroceder golpeando sus manos—Eres una pésima mujer para mí, ni siquiera eres buena en la cama conmigo.

—DaeHyung, por favor...

Ara no debía escuchar ni ver nada de eso.

—¿Qué?, ¿No tengo razón? —entonces tomó su cabello—Nunca seas como tu madre, Ara, las mujeres deben hacer siempre lo que sus esposos digan—SoHyun tembló por completo cuando él depositó un beso en su cuello y luego la obligó a corresponderle un beso en los labios. El beso por supuesto fue amargo para ella con ese sabor a alcohol, DaeHyung se separó y la llevó hacia la sala, antes de soltarla otro impacto llegó a su mejilla—Anda, compláceme como lo hacías en un comienzo, SoHyun.

—Por favor, Dae...—lo miró con ojos llorosos. Al pelinegro poco le importó, Ara estaba petrificada en el comedor con la mirada en la mesa escuchando todo—La niña no debe escuchar esto, no seas así, por favor...

—Ara debe aprender lo que no debe hacer—desabrochó su pantalón. SoHyun negó con la cabeza tragando con dificultad, DaeHyung la obligó a tocarlo y acariciarlo allí abajo, la castaña tenía el miembro de su esposo frente a su cara. No era primera vez que eso pasaba, pero si era primera vez que debía hacerlo frente a Ara. La niña no era la única en temerle a su padre.

—No quiero—SoHyun estaba llorando en silencio para entonces. Aun así, Dae tomó un puñado de su cabello robándole un beso salvaje y sin tacto, la obligó a usar su boca para satisfacerlo, Ara desde el comedor escuchaba los asquerosos gemidos de su padre, cometió un grave error al levantar la vista con sus ojos hinchados y rojos por las lágrimas, su madre estaba sentada en el sofá moviendo su cabeza mientras su padre no soltaba su cabello obligándola a ir más profundo, no pudo apartar la vista y SoHyun supo que ella estaba mirando.

Más asqueroso fue cuando la castaña intentó alejarse sabiendo lo que venía, DaeHyung acabó en su boca causándole las ganas de vomitar, sacó su miembro de su boca y tomó su rostro con una mano mientras la otra cubría sus labios. Sonreía como psicópata queriendo que ella tragara eso, apenas lo hizo sonrió complacido.

—Eso debes hacer cuando seas adulta, Ara—soltó a su esposa—Ya no tengo hambre—SoHyun fue corriendo a la cocina vomitando en el fregadero. Ara lo escuchó subir las escaleras, se sintió impotente al ver a su madre temblorosa y vulnerable, sus manos temblaban, lavó su boca limpiando lo que había ensuciado. Fue entonces que SoHyun al cerrar el grifo sollozó permitiéndole escucharla.

No había nada peor en el mundo que escuchar a su madre llorar.

Su padre era un monstruo y Ara estaba asustada de su futuro al ser niña. No quería eso para su vida.

 No quería eso para su vida

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Blue Side • JHS +18 (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora