𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 24: 𝙴𝚡𝚙𝚛𝚎𝚜𝚊𝚛𝚜𝚎

1.1K 192 13
                                    

Los golpes en el rostro de SoHyun habían desaparecido un poco pasando quizás desapercibidos, la gasa en su ojo seguía allí ya que no podía recibir ninguna clase de pelusa o luz fuerte debido a los puntos que seguían dentro. Podía levantarse de la camilla sintiendo el dolor en sus costillas, al salir del baño cargando en su mano la bolsa del suero que estaba conectada a la vía de su brazo encontró a Tae con una sonrisita que dejaba en claro que había hecho algo.

—Me asustas.

— ¿Por qué?

—Sonríes raro, ¿Qué hiciste? —colgó la bolsa de suero en su lugar tomando asiento en la cama. Sus ojos brillaron por la bolsa de Subway en la pequeña mesa que usaba a la hora de comer.

—Sé que estás aburrida de la comida del hospital, esta mañana decidí comprarte el desayuno. Pedí dos sándwiches con un poco de todo y dos jugos naturales porque sé que no puedes beber refresco debido a las pastillas.

SoHyun lo abrazó apoyando su barbilla en su hombro.

—Gracias por ser el mejor cuñado que se pueda tener.

—Te lo dije.

—Que modesto—escuchó su risita. Ambos se acomodaron comenzando a comer, SoHyun sentía su estómago agradecer a gritos probar algo que no fuera del hospital—Está exquisito.

—Noona, ¿Puedo preguntarte algo?

— ¿Pasó algo con Ara?—sus mejillas estaban llenas.

—No, no es sobre ella—TaeHyung tomó un sorbo de su jugo de durazno. El de SoHyun era de melón— ¿Con quién hablabas anoche para sonreír así?

SoHyun dejó de masticar en el acto. Sus ojos ni parpadearon.

— ¿Qué dijiste?

—Es Hoseok, ¿Cierto?

—Yo n-no...—sus mejillas ardieron. ¿Pero por qué ahora se sentía apenada? Miró su sándwich fingiendo mover las ruedas de tomate—No sé de qué hablas.

—Yo sí, escribías mucho en ese teléfono, me puse a pensar en las posibilidades, pero dudo mucho que mi hermano fuera quien estuviera del otro lado—levantó sus cejas—Oye, no estoy molesto.

—No quiero hablar de esto.

—SoHyun...

—Hoseok no me gusta, deja de hacerte ideas que no son—tomó su botella de jugo—Sólo hablábamos sobre...

— ¡Entonces si era él!

—Estoy perdiendo el apetito.

—Si te gustara no tiene nada de malo.

—Comeré esto luego.

— ¿Por qué huyes?

—No huyo, estoy recuperándome de una paliza que me dio mi esposo porque cree que estoy engañándolo—y decirlo en voz alta no le hizo sentir mejor. Respiró profundo sabiendo que no debió decir eso—Estoy sobreviviendo por mi hija.

—Estás recuperándote de una paliza que tu esposo loco te dio por culpa de su trastorno mental—corrigió un tanto serio—Sobrevives porque quieres, ya todos te hemos dicho que puedes denunciarlo y divorciarte.

—Y yo te he dicho que no.

El momento dejó de ser agradable.

—Entonces sigue sufriendo—fue lo que dijo antes de levantarse e irse sin más.

▪︎▪︎▪︎

Hoseok había estado toda la mañana atendiendo a varios niños de diferentes grados o año, esta vez era el turno de Ara, el pelinegro escribía en una libreta sin notar que la niña parecía algo pensativa e inquieta. Ara acabó por decidirle contarle.

—Doctor Jung.

— ¿Sí? —levantó la mirada.

—Soñé con mi padre. Soñé que estaba en casa de nuevo y estaba sentada frente a él—contó— ¿Podría no anotar esto allí?

—Debo tener un seguimiento de los niños que veo.

—Pero no quiero que piensen en mí como una loca por lo que diré—miró sus ojos. Se inclinó hacia adelante, hacia el escritorio donde la bola de cristal que su madre le regaló estaba allí, a Ara le gustaba llevarla consigo la mayor parte del tiempo—Nunca le dije a usted ni a mis tíos lo que hablé con appa.

—Dijiste que te ordenó salir de casa y no regresar.

—Me ofreció asesinarlo—aquello dejó en blanco a Hoseok. ¿Estaba escuchando bien? —Trajo un cuchillo de la cocina y me dijo que lo hiciera.

Hoseok procesó aquello tardando en decir algo. Parpadeó varias veces tragando con dificultad, Ara parecía tranquila lo cual le preocupaba el doble.

—Dijiste que no te hizo nada.

—No me hizo nada.

—Estás mintiendo, Ara. ¿Cómo crees que se pondría tu madre con esto?

—Sé que no van a decirle, todos quieren protegernos, sólo a usted puedo contarle esto.

—Ara.

—Doctor Jung, en mi sueño ese momento se repitió—hizo una pausa permitiéndole imaginar lo que venía—Dijo lo mismo que en casa, que iba a seguir golpeando a omma hasta que ella dejara de respirar—sus ojos pequeños demostraban ira repentina—Tomé el cuchillo y lo introduje en su corazón—las lágrimas se hicieron presentes. Eran lágrimas de impotencia—Él reía como si no sintiera dolor, me enfurecía más por lo cual el cuchillo al salir y entrar salpicaba más sangre.

Hoseok dejó su lapicero sobre la libreta. Se levantó de su silla rodeando el escritorio, se agachó frente a Ara tomando sus manos, las acarició dando un suave apretón.

—Callar las emociones nunca es bueno, Ara—apartó las lágrimas—Éstas se manifestarán de cualquier manera, incluso en sueños—acarició su mejilla—Quiero que te expreses.

—No quiero.

—No necesitas hablar con nadie si te hace sentir incómoda, quiero que escribas tus emociones en un diario—al obtener silencio de su parte, prosiguió—Y si no quieres que nadie lo encuentre o lo lea puedes arrancar la hoja, hacerlo una bola y arrojarlo a la basura, sentirás un peso menos.

— ¿Alguna vez deseó asesinar a su padre, doctor Jung?

Hoseok tomó una bocanada de aire.

—Muchas veces, Ara, lo deseé muchas veces.

—Muchas veces, Ara, lo deseé muchas veces

اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.
Blue Side • JHS +18 (COMPLETA)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن