BEHIND CLOSED DOORS 3 | DRACO MALFOY ✓

𝟐𝟖. 𝐀𝐍𝐘𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆 𝐁𝐔𝐓 𝐏𝐔𝐑𝐏𝐋𝐄 𝐏𝐓𝟐

[contenido adulto]

AnnaLeigh Malfoy

Regresó poco después y lo que sostenía en sus manos me cortó la respiración.

Una cuerda.

Joder, odio la cuerda. La idea de no tener control sobre mis brazos o no poder tocar a Draco me volvía loca y él lo sabía.

—Brazos arriba.—exigió. Dudé, realmente no quería que me ataran los brazos. Draco esperó a que escuchara por un segundo antes de darme una palmada en el trasero. Tomé aire y me tensé.—Dije, brazos arriba. Haz lo que te dicen.

Gemí y levanté lentamente mis brazos hacia el marco de la cama. Ni siquiera necesité
mirarlo para ver la sonrisa en su rostro mientras ataba la cuerda entre mis brazos y el marco de la cama.

Cerré los ojos, ahora atada y completamente fuera de control, me sentía vulnerable.

Justo como él me quería en este momento.

—¿Vas a ser una buena chica y escuchar lo que te piden o te voy a castigar un poco más?.—Preguntó, su aliento caliente contra la parte de atrás de mi cuello.

—Seré una buena chica, Draco.—respondí rápidamente.

—Ese no es mi nombre.—amenazó.

—Joder.—suspiré.—Señor, seré una buena chica.—respiré, sintiendo la oleada de humillación que tanto amaba invadirme.

—Buena chica.—sonrió y besó la parte de atrás de mi cuello antes de inclinarse hacia arriba de nuevo.

Ni siquiera llegué a hablar antes de sentir su mano conectarse con mi clítoris. Contuve un gemido y tiré de la cuerda.

—Aún así.—susurró.—Tómalo. Sé que puedes.

Gemí y sumergí la cabeza en las sábanas cuando comenzó a hacer círculos en mi clítoris. El placer era Inmenso pero no suficiente.

Lo necesitaba.

—Por favor, señor, por favor.—gemí y tiré de su cuerda un poco más.

—No creo que te merezcas mi polla o mi boca esta noche, princesa.—respiró lentamente.—Pero te necesito tanto, siéntate sobre tus rodillas para mí.

Asentí y obedecí, sentándome sobre mis rodillas.

—Mantenlas fuera del borde, así.—sonrió y me agarró de las caderas para tirarme hacia abajo un poco más. Sentí mis brazos estirarse mientras tiraba, esto solo aumentó la emoción, pero mantuve la boca cerrada y respiré superficialmente.

Tenía demasiado miedo de que se detuviera en cualquier momento.

—Voy a follarte ahora, así que sé una buena zorra y gime mi nombre.—escuché temblar la tela de sus pantalones y el tintineo de su cinturón antes de sentirlo presionarse contra mi espalda.

Gemí en voz baja y tiré de la cuerda.

—Que buena chica.—susurró antes de empujar dentro de mí. Instantáneamente mi boca se abrió en un gemido silencioso y tomé todo en mí para no rogarle a Draco que quitara la cuerda.

Los brazos de Draco serpentearon alrededor de mi cintura, sus dedos trazaron suaves círculos en la parte inferior de mi estómago mientras me estiraba para acomodarme a su tamaño.

No importa cuántas veces hayamos follado, nunca fue más fácil.

—Te sientes tan bien por mí, cariño.—gimió en voz baja, esperando que le diera el 'ok' para poder moverse.