𝟑𝟒. 𝐍𝐈𝐂𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓, 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑

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AnnaLeigh Malfoy

—Entonces... ¿Cuál es la razón?.—Me reí brevemente, bajando el resto de las escaleras para unirme al lado de Draco.

—Tu madre me hizo una visita.—dijo, moviéndose incómodo en su lugar.—Y además de las múltiples patadas en la ingle y el dedo meñique roto... me habló de Mikeal.

Respiré hondo, mirando a Draco por el rabillo del ojo.

—Lo siento mucho, AnnaLeigh.—suspiró.—N-no no tenía ni idea, sé que no debería haberlo hecho en primer lugar, pero siendo alguien a quien solías conocer tan bien, solo puedo imaginar cómo te sientes ahora mismo.

—Bueno, está muerto, así que no sirve de nada insistir en el tema.—Sacudí los escalofríos que sentía con cada frase que salía de su boca. A decir verdad, ahora no sabía si estaba muerto o no... pero Scorpius no necesitaba saber eso. Sé que desearía no haberlo hecho.

—Supongo que es un alivio.—se río entre dientes brevemente hasta que la habitación se apagó en un silencio incómodo. Ninguno de los dos sabía nada más que decir hasta que, de repente, una pregunta que había querido hacerle desde que descubrí que estaba vivo, me vino a la cabeza.

—Oye, ¿has visto o hablado con Bonnie? Ya sabes... ¿desde que saliste? ¿O tal vez incluso con Mae?.—pregunté.

—Yo... sí, lo he hecho.—levantó su mano para rascarse la nuca. Sólo en ellos vi el aparato ortopédico alrededor de su dedo meñique.

Realmente no estaba bromeando.

—¿Y?.—preguntó Draco, ahora pareciendo aún más curioso que yo.

—Ella está casada.—dijo.—Aparentemente lo hizo 6 años después de que me encerraron. Sin embargo, no puedo culparla, realmente no esperaba que me esperara y cuando salí no tenía intención de acercarme aella. En cuanto a Mae, ella sabe muy bien quién soy, así que realmente no lo he intentado.

—¿Bonnie se casó?.—Me reí con incredulidad. La última vez que la vi, estaba tan enamorada de Scorpius que nunca pensé que miraría en la dirección de otro hombre, y mucho menos casarse con uno.

—Sí.—murmuró Scorpius.—Pero está bien porque yo—

—Hola, lo siento, pero tu puerta trasera estaba...—Kehlani se detuvo apenas unos centímetros antes de que comenzara el pasillo e instantáneamente miró a Scorpius. Esta era la primera vez que lo había visto desde que le dije que estaba vivo.

Mierda.

—Hola, Kehlani.—le dedicó una pequeña sonrisa pero ella tomó medidas extremas para no devolverla nunca. Era casi como si pudiera ver físicamente su piel enrojecerse y salir humo de sus oídos.

—Tienes unos 5 segundos para correr antes de que te meta un cuchillo en el culo.—amenazó Kehlani en voz baja. Scorpius solo tragó saliva, mirándola para tratar de averiguar si hablaba en serio o no.

Pero ella lo hacia. Mortalmente serio.

—Escucha. Lo sé—Scorpius no pudo pronunciar más palabras antes de que un puño chocara con fuerza contra su mejilla. Vino de detrás de él y no fue hasta que Scorpius cayó al suelo que vimos quién era el que acababa de golpearlo.

—Ouch.—Albus sacudió su mano con furia antes de acunarla contra su pecho.—Joder, eso se sintió bien.

—Buen tiro, Potter.—murmuró Draco. Casi tan bajo que no lo oí.

—¡Albus!.—grité. Mirando frenéticamente entre Scorpius acurrucado en el suelo y Albus que acunaba su mano en la otra.—¿Qué- estás bien?.

—Hijo de puta.—escupió Albus en dirección a Scorpius.

BEHIND CLOSED DOORS 3 | DRACO MALFOY ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora