BEHIND CLOSED DOORS 3 | DRACO MALFOY ✓

𝟒𝟕. 𝐌𝐈𝐋𝐄𝐒𝐓𝐎𝐍𝐄

AnnaLeigh Malfoy

—¡Sostén la cámara!.—Me reí entre dientes mientras Draco luchaba por ponerlo en el soporte correctamente. Me senté en la cama de la habitación de invitados en la que hemos estado trabajando durante las últimas semanas. Estaba prácticamente vacío además de una cama y algunas cajas apiladas sobre las paredes recién pintadas.

—Esta jodida cosa—gruñó Draco.—¡Ni siquiera sé si está grabando!.

—Está grabando, Draco.—puse los ojos en blanco.—la luz roja significa que está encendida.

—Bien, de acuerdo.—Draco sonrió en victoria y me lo apuntó.—Ahora, vete.—Asintió hacia mí. Suspiré y eché mi cabello hacia atrás para que la cámara pudiera ver mi rostro correctamente.

—Hola, mi nombre es AnnaLeigh Malfoy. Tengo 21 años y estoy embarazada. ¡Draco, detente!.—Me reí cuando Drco me miró con una sonrisa. Nunca me gustó cuando Draco me miraba por mucho tiempo. Draco simplemente negó con la cabeza y miró hacia el suelo mientras yo continuaba.—Actualmente estoy embarazada de 4 meses de mi segundo hijo. Mi esposo y yo aún no sabemos el género.

—Es un niño.—dijo Draco y bajó la cabeza frente a la cámara por un segundo.

—Draco está convencido de que es un niño.—le dije a la cámara como si hubiera alguien al otro lado.—Hasta ahora, le gusta el nombre... ¿cuál era?.—Lo miré.

—Oliver.

—Oliver.—me reí.—Creo que es horrible.

—Creo que le queda bien a Elora.—se defendió Draco.—Es un nombre de niño único.

—Eso es atrevido teniendo en cuenta que ni siquiera tenemos idea de si es un niño o una niña todavía.—espeté en broma.—De todos modos. Draco y yo hemos estado casados ​​​​durante algunos meses. Entonces, cualquiera con medio cerebro podría adivinar qué noche estuvimos concibiendo al segundo bebé.

—Anna, no creo que debamos contar esto.—Draco rió suavemente.

—Solo vamos a ser nosotros mismos en el futuro observándolo, así que, ¿por qué no?.—Me encogí de hombros.—Escucha, la futura AnnaLeigh, para cuando tenga, no sé... ¿33?.

—Me voy a deshacer de esta cinta.—Draco puso los ojos en blanco.—Y si no estuvieras embarazada de mi hijo, te juro por Merlín que te tiraría a un lado del camino y te dejaría allí.

—Imbécil.—me mordí el labio para reprimir una sonrisa y la vista de Draco haciendo lo mismo solo hizo que se agrandara más.—Borra eso, Anna. Ya sea que sea tonto o no, solo golpéalo.

—Pequeña—Draco empujó más allá de la cámara y me recogió de la cama. Exploté en risitas y traté de quitármelo de encima, pero Draco no me soltó.

Y entonces la cinta se detuvo.

Volví a colocar la cámara en su caja. De pie en la misma habitación de invitados, me di cuenta de que nunca llegamos a terminarlo, sino que lo usamos como sala de almacenamiento.

Bueno, solía hacerlo.

Realmente ya no lo usamos para mucho.

Después de una semana y media estresante en el hospital, a Draco se le permitió volver a casa hoy. Conduje hasta allí esta mañana para recogerlo, pero los otros médicos tuvieron que realizar algunas pruebas más y Draco insistió en que podría encontrar el camino a casa después de que terminaran.