BEHIND CLOSED DOORS 3 | DRACO MALFOY ✓

𝟓𝟑. 𝐌𝐘 𝐁𝐀𝐁𝐈𝐄𝐒 [𝐄𝐏𝐈𝐋𝐎𝐆𝐔𝐄]

AnnaLeigh Malfoy

—¿Elora?.—Fruncí el ceño profundamente y corrí hacia ella. Su cabeza se animó ante la mención de su nombre y mi voz familiar y tan pronto como me vio, saltó de la cama y me abrazó.

Dejé caer la carpeta debajo de mi brazo y le devolví el abrazo.

—¿Qué? ¿Qué pasó?.—Le pregunté.—¿Qué haces aquí?.

—¿Por qué no nos dijiste lo que pasó?.—preguntó y me miró.—Lorenzo y yo teníamos que escucharlo de McGonagall. Nos dio permiso para los próximos dos días.

—Elora, mira lo que encontré, ¡oh, mamá!.—Lorenzo dejó caer lo que tenía en sus manos y hacia mí, abrazándose a mi otro lado.

—¿Vinieron solos todo el camino hasta aquí?.—pregunté.

—Bueno, no. Nosotros—

—Eso sería obra mía.—dijo Kehlani mientras tocaba la parte posterior de mi hombro.—La escuela no pudo comunicarse contigo y yo soy su contacto de emergencia, en realidad... ¿por qué soy su contacto de emergencia?.

—Porque eres mi mejor amiga, Lani.—respondí antes de volverme hacia Elora.—¿A qué te refieres? ¿Qué te dijo McGonagall?.

—Sobre lo que pasó con papá, sobre lo que pasó contigo.—explicó.—Entiendo que quieras mantenernos a salvo, pero mantenernos en la oscuridad no es la forma de hacerlo.

—McGonagall no tenía por qué contarles nada de eso.—dije.—no quería que ustedes se preocuparan por mí o por su padre. Estamos manejando esto de la manera en que debemos hacerlo.

—¿Dónde esta papá?.—preguntó Lorenzo.

—En el Ministerio.—respondí.—Ahora vengan, los llevo a casa.

—Pero-

—Sin peros Elora.—dije con severidad.—Vámonos antes de que me llamen a cirugía.

Elora solo puso los ojos en blanco y comenzó a caminar con Lorenzo a su lado.

—Esa chica podría ser la copia completa de Draco, pero esa actitud es todo tuyo, cariño.— dijo Kehlani y colocó una mano sobre mi hombro.

—¿Estuve tan mal?.—pregunté.

—Cariño, estuviste peor.—se río entre dientes.—De todos modos, tengo que volver al trabajo. Espero que todo esté bien.

—Todo bien.—le asegure.—Gracias por recogerlos.

—Siempre.—sonrió y pasó su mano por mi antebrazo antes de alejarse. Observé hasta que ya no pude verla antes de darme la vuelta y mirar a mis hijos.

Suspiré y revolví el cabello de Lorenzo antes de tomar su mano.

—Ustedes nunca van a completar el año con la cantidad de veces que los sacan de la escuela.—comenté y miré especialmente a Elora.—No estudiar no ayudaría en nada, señorita.

Ella puso los ojos en blanco.—Estudio mucho.

—No, no lo haces.—Lorenzo frunció el ceño.—Dijiste que era solo—

—Lorenzo, cállate.—escupió Elora entre dientes.

—Vamos.—me reí y los abracé a ambos cerca de mi lado.—Vamos a casa.

[...]

Han pasado dos horas.

Realmente no he visto a los niños desde que llegamos a casa porque corrieron directamente a sus habitaciones cuando pusimos un pie en la puerta. Así que esto me dejó solo en la sala de estar con mis pensamientos enfrentados. Solo miraba el fuego de la chimenea y esperaba que Draco llegara a casa en cualquier momento con algo que me levantara el ánimo.