Hijo de la Mafia (Mafia Marshall IV)

Capítulo 20

Novak

Pasan unos 10 minutos, luego de que Vittorio se marchará, cuando Amir regresa, con ambas manos llenas. En una tiene dos tazas agarradas de las manijas, y en la otra lleva un plato con una enorme porción de torta. Levanta ese plano y me mira con una enorme sonrisa. 

- ¡Mira lo que te he conseguido! - exclama animado. 

Río. - Que bien, ya empezaba a darme un poco de hambre. 

Se sienta a mi lado, en el lugar que hasta hace poco estaba Vittorio. - Lo supuse. - me extiende el plato y yo lo tomo. 

Agarro el tenedor que está a un costado y comienzo a comer el pastel de chocolate y cereza. 

- Está riquísimo. - digo mientras como. 

Me dedica una sonrisa dulce y toma un trago de su taza. - ¿Se fue? - pregunta. 

- Si. Y bastante cabreado. - respondo. - Aunque no lo culpo, todo esto es muy... - quedo callado al no poder encontrar la palabra adecuada. 

- ¿Perturbador? 

Meneo la cabeza. - Yo iba a decir algo más como... distinto. 

- ¿Distinto? ¡Lo tienen secuestrado! - exclama serio. - Estoy a nada de no subirlo a mi auto y llevármelo de aquí. 

- Izan te mataría. 

- No le tengo miedo a él. 

- Ya lo sé, solo te pido que no te metas en sus cosas. - sigo diciendo. - Y Vittorio es algo de él. 

- Ese chico es una persona, no la macota de tú hermano. 

Frunzo en ceño molesto. - ¿Tú crees que yo estaría de acuerdo con algo así? - pregunto con voz severa. - ¿Por quién me tomas? 

- No lo decía por...

- Si no hago nada. - lo interrumpo. - Es porque se que puede con mi hermano. Vittorio vencerá a Izan. Lo sé. Y eso será bueno. Para todos. 

Me observa extrañado. - ¿A que te refieres? - pregunta confundido. 

- Ah que... - quedo callado. - No lo sé... - suspiro. - Esa noche que lo conocí, cuando vi como se volvió hacia Izan, y le exigió a este, logrando que mi hermano ceda... sentí algo extraño. En un buen sentido. Creo que él traerá algo especial. Kirian ya lo notó de antes, y después yo también comencé a comprenderlo... 

- ¿Ahora son clarividentes? - pregunta divertido. 

Le golpeo el brazo en el puño, a lo que Amir responde con un quejido. 

- Es como cuando conoces a alguien que te da una vibra extraña, y que por algún motivo te cae mal, así te dedique la sonrisa más grande. - sigo diciendo. - Bueno, con Vittorio me pasó todo lo contario. 

- ¿Debería estar celoso? 

- No seas idiota. - me quejo con fastidio. 

Queda pensativo por unos segundos, sin apartar esos ojos verdes tan intensos. 

Sonríe. - A ti te agrada, ¿no? 

- ¿Qué no he sido claro? 

- Solo corroboraba. - responde. - Tú no eres de los que ponen las manos al fuego por nadie, que no sea de la familia. No te involucras con desconocidos. 

- Si, bueno, ya te lo dije, él me trasmite algo... 

- ¿Qué crees que hará Izan? - pregunta serio, luego de un prologado silencio. 

Me encojo de hombros. - Mi hermano es impredecible. - respondo. - Pero algo me dice que ya le hubiera disparado si esa fuera su intención. 

- ¿Y por qué lo tiene acá, entonces?