Capítulo 50

5.2K 547 23
                                    

Vittorio

Me despierto sobresaltado al sentir una corriente de energía recorrerme todo el cuerpo. 

Al abrir los ojos estoy bastante desorientado, y mi cabeza me da vueltas, además de punzadas en la sien. 

¿Qué diablos sucedió? - es el primer pensamiento que me invade, mientras todo sigue girando a mi alrededor. 

Al observar con más atención distingo que me encuentro es una especie de galpón metálico. Noto que me estoy amarrado con cadenas a una silla, completamente desnudo, además de mojado con agua helada, y llego a ver como en mis dedos pulgares tengo una especie de broches presionándolos, unidos a un cable que se unen a una pequeña maquina negra. 

- ¿Te ha gustado esa pequeña descarga para despertarte? - pregunta una voz masculina a mi lado. Poso mi mirada hacia dónde proviene la voz y veo a un hombre mirarme con malicia. 

Es un muchacho joven, de unos treinta y tantos. Va vestido todo de negro, pero sin el pasamontañas, lo que me permite ver su rostro. Sus ojos de un verde intenso, que le dan cierto aire de malicia. Lleva el cabello negro recogido en una coleta, y tiene una barba que le cubre el rostro. 

- Ha sido tan solo el primer nivel. - sigue. - Pero te puedo dar una probada del segundo. Dex, eleva un nivel. 

Otra vez siento como me recorre esa energía por el cuerpo, pero está vez con mayor intensidad lo que me hace sentir como si se me quemara todo mi interior, además de que se me tensan los musculosos, inclinándome hacia atrás, sobre la silla, consiguiendo que las cadenas que están muy amarradas me rocen la piel y me lastimen. Lanzo una quejido. 

El hombre que tengo enfrente lanza una gran risa divertida. 

- ¡Te he dicho que lo dejes! - grita Novak y recién veo que está enfrente mío, en mi misma situación.  

El desconocido suspira con fastidio y lo mira. - Llevamos 20 minutos electrocutándolo, y no para de abrir la boca. - se queja. - No me hagas que en lugar de los dedos te lo ponga en la lengua. Y ahí si que no podrás volver a hablar cuando llegue al nivel final. 

- Él no tiene nada que ver. - sigue Novak, ignorando la amenaza. - Tú lo has dicho, es tan solo una mascota. Mi hermano lo contrato para divertirse. Déjalo ir y podemos seguir esto entre nosotros, como debe ser. 

- ¿Acaso olvidaste la parte en la que dije que llevamos unas cuantas semanas siguiéndolos? - comenta. - Lo vimos al maricón de tú hermano y a su mascota, a los besos en tú boda, también en la graduación y como el que se hace el muy macho se la pasa yendo al mugroso lugar donde vive este. Así rato que algo no nos despertaba tanta curiosidad como este muchacho que logro meterse en el clan Marshall. Por lo que decidimos hacerle una visita, y tú viniste como plus. 

- ¿Qué mierda quieren? - pregunta Novak con brusquedad. 

- Tú hermano no quiso darnos nuestra parte del trato. Cómo siempre quiere monopolizar todo.  - responde con desprecio. - Así que iremos por todo lo que él tiene. Les quitaremos todo a los Marshall. 

Novak ríe, pero no con su habitual risa, tan vivaracha y despreocupada, sino de una forma un tanto más desquiciada. 

- Han intentado eso por generaciones, pero siempre nos levantamos de entre las cenizas. - comienza a decir. - Por algo somos Marshall, y tú tan solo un lastre más, que intenta igualarnos, pero no nos llegas ni a los talones, entonces recurres a la forma fácil. Que sencillo es quitarle a otros lo que ellos mismos consiguieron gracias a su sudor y sangre. 

- Sabes que, me has cansado, hablas como político. - mira a los demás. - Llévenselo. Me divertiré con el otro. - me mira. 

- ¿Qué? ¡No! - exclama Novak furioso, forcejeando. Dos hombres se acercan a él y le quitan las cadenas para luego tomarlo uno de cada brazo. - ¡Suéltenme! ¡Déjenlo!

Hijo de la Mafia (Mafia Marshall IV)Where stories live. Discover now