Capítulo 56

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Izan

Estás ultimas semanas llevan siendo un infierno constante. 

Empezando cuando encontramos el auto de Novak en el medio de la nada, con una nota en el parabrisa de que los tenían a ambos. Pude sentir como se me venía el mundo abajo al percatarme de se habían llevado a mi hermano y a Vitto, y que yo no había hecho absolutamente nada para evitarlo. Les falle a ambos en protegerlos. Me arrebataron dos de las personas más importantes de mi vida, y yo quería morirme si algo llegaba a sucederles. 

Necesite una buena cachetada de Kirian para recomponerme luego de que me diera un ataque de asma, mezclado con uno de pánico. Hacía años que no me daba uno de esos, ya ni sabía dónde tenía mi inhalador. Mi hermano me grito para que dejara mi mierda de lado y me enfocara en lo importante, que era tener la mente puesta en encontrarlos. 

Creo que eso es lo que más admiro de Kirian. En los peores momentos el sabe mantenerse en calma y encontrarle a todo una salida. Se mantiene centrado, con la cabeza y los sentimientos en frío. Siempre se necesita a alguien que se mantenga fuerte por los demás, y ese es él. Sería un gran líder, tiene todo lo que se necesita para serlo. Fue Kirian el que tuvo la difícil tarea de llamar a nuestros padres y contarles lo que había sucedido. 

Nuestros padres no tardaron en subirse a un avión y llegar con nosotros. Solo había dos personas capaces de encontrarlos. Uno era el mismo Novak, y otra la misma persona que le enseñó todo lo que sabe, y que además heredo su inteligencia. Nuestra madre. 

En esos días no despego su trasero de la silla, ni sus ojos de la pantalla, ni sus dedos de la computadora. Tan solo cuando mi padre la convencía de que descansara un poco, que así su mente no funcionaba bien. Él es el unico que puede convencerla de algo. 

 La incertidumbre nos estaba matando con cada correr de los días. No saber dónde estaban, o si se encontraban bien, nos consumía la cabeza. 

Nunca corrimos tan rápido, ni conducimos con tanta velocidad, como cuando mamá exclamo que tenía la dirección de dónde los tenían. De camino hacia allí mi corazón latía acelerado y tenía un nudo en mi estomago. Sin embargo, pese a todo el miedo que me invadía, tenía la certeza de que estaban bien, que llegaríamos a tiempo para salvarlos. Me imagine millones de escenarios en esos minutos, pero jamás se me hubiera cruzado por la cabeza lo que me encontré. 

Quede paralizado al ver a Vittorio, con su bello rostro cubierto de sangre, provenientes de los tajos que le atravesaban la cara, la cuál se encontraba también con magullones; desnudo, mientras le hacia RCP a mi hermano menor, al cuál no dejaba de brotarle sangre del pecho, con todo su rostro desfigurado de los golpes. 

En ese momento supe que la pesadilla no había terminado, que todavía seguía...

Mi corazón se aligero un poco cuando la doctora nos informo que Novak se encontraba fuera de peligro, que se recuperaría y que podría caminar luego de tener por tanto tiempo esa bala en el pie. Y luego al decirnos que la operación de Vitto también había salido bien, y que con el tiempo recuperaría el movimiento de los dedos, aunque no a la misma capacidad que antes. 

Un nuevo sentimiento se apodero de mi, aún más fuerte del odio que ocasionan los hijos de puta que les hicieron eso. Y es la culpa. 

Al ver a mi hermano, quien siempre se caracterizo por ser una chispa y un bocazas, tan apagado y silencioso; esa fuerza que siempre ha demostrado, ahora se lo ve tan frágil. Y esa sonrisa que tiene para con todo el mundo, ni rastros de ella, ni siquiera un leve. 

Y Vittorio. Verlo con los dedos destrozados, con su rostro lleno de cicatrices y magullones, la tristeza en su mirada que solía ser puro brillo, su sonrisa apagada, su voz que perdió la intensidad y picardía que ha tenido desde que lo conozco, a desaparecido. 

Hijo de la Mafia (Mafia Marshall IV)Where stories live. Discover now