Hijo de la Mafia (Mafia Marshall IV)

Capítulo 24

Vittorio

Me decido a ir detrás de ellos. Por algún motivo el hecho de pensar en regresar a la habitación, a oscuras y solo, hace que me sienta asfixiado. 

Al entrar a la sala, los veo sentados alrededor de la larga mesa, con muchas velas encima de está. Las miradas de posan en mi, lo que me ganas de darme la vuelta y salir corriendo. Estoy a punto de eso, hasta que...

- ¡Vittorito! - exclama Novak. - Ven, siéntate. Ahí hay una silla. - señala la que está en la punta contaría a la él. 

Le dedico una mirada, a lo que responde con un leve asentimiento. Me siento, con un nudo en mi estomago y con el pensamiento de "tendría que haber vuelto a la habitación." 

- Al parecer es una falla en la zona. - anuncia Kirian, entrando y apagando la linterna que lleva en su mano. 

- Eso no explica por que no funciona el grupo electrógeno. - dice el mayor, con voz severa y su semblante firme. - Se supone que su finalidad es proveernos luz, cuando está se va. 

- No me lo reproches a mi, que no soy el que se encarga del mantenimiento. 

Izan posa la mirada en el otro mellizo. - Tampoco es mi jurisdicción. - responde este. 

Ahora mira al menor. - Soy nuevo, así que no me lo encargaron a mi. 

Por ultimo la posa en Kai. - ¡Ni se dónde rayos está! - exclama. 

Suspira con fastidio. - Entonces si nadie se encargo...

- Significa que el ultimo tiene que haber sido el tío Cass, hace un tiempo atrás. - finaliza Novak.

- Por no decir una eternidad atrás. - susurra Astor. 

- Diles que más les vale que lo solucionen rápido, o me encargaré de que queden las cenizas del lugar antes de que lleguen a llamar a los bomberos. - sentencia. 

- Ya les pase tus amenazas. Creo que lo entendieron, porque podía oír como se orinaba al otro lado de la línea. - responde Kirian, sentándose entre medio de Anya y Kai. 

- Bien. - es lo unico que dice. 

- Parece que estamos en la época de las cavernas. Sin luz, ni internet. - menciona el menor de los hermanos. 

- Que tragedia, ¿no? - comenta Amir divertido. 

- Te invito a que mires un libro de historia, Astor. - dice Novak. 

- Oh, lo siento, niño genio, por no ser tan listo como tú. - se burla. - Además, era un decir. 

- Ay, hagan silencio. - les ordena el mayor con fastidio, mientras se sirve whisky en su vaso. 

- Pásame la botella. - le pide Anya. - Algo me dice que será una larga noche. No la aguantaré sobria. 

- Ya que estamos todos reunidos, podríamos ultimar detalles para la boda. - anuncia Amir. 

- Lo unico que nos compete a nosotros es que halla alcohol y que te encuentres al final del pasillo. - comenta el líder con severidad. - O alimentaremos a los leones del zoológico con lo que quede de ti. 

- Izan. - lo regaña Novak. 

- ¡No voy a huir! - exclama Amir. 

- Él no va a huir. - reafirma Noval. - Además, si vamos al caso, si la tía Carol no hubiera huido ninguno de nosotros no estaría aquí. 

- Y yo probablemente estaría en mi casa, mirando televisión y comiendo una bolsa de doritos. - me sale sin pensar. 

Todos posan su mirada en mi, y me observan en silencio, con su semblante firme. Trago. Abro la boca para agregar algo más, pero me interrumpo cuando comienzan a reír a carcajadas. Quedo en shock por unos segundos, pero luego mi semblante se relaja y se me forma una leve sonrisa.