Capítulo Extra

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Renn

Estoy apoyado en la baranda de la terraza del primer piso, que da al frente del hotel. Entre mis dedos tengo un cigarrillo, al cuál le doy una calada cada tanto. Observo el bello día que nos rodea y sonrío al pensar que será un hermoso fin de semana para la boda de nuestro adorado hijo.

Bajo la vista al escuchar sus voces y risas en la entrada, dirigiéndose a dar una vuelta por la propiedad. Vuelvo a sonreír.

Siento que deja un dulce beso en mi mejilla, mientras me abraza por detrás.

- ¿Por qué sonríes? - me pregunta al oído, apoyando su mentón en mi hombro. Hago mi cabeza hacia el costado, para que quede pegada a la suya.

- Me hace feliz al ver a los chicos juntos, y comprobar que siguen siendo esos niños que no se separan. - respondo. - Me recuerda a cuando eran pequeños y todo lo que se oía eran esas voces dulces y sus risas fuertes.

Se coloca a mi lado. Paso mi brazo por encima de sus hombros, atrayendola hacia mi. Le extiendo el cigarrillo y ella lo toma, le da una calada.

- Lo hicimos bien, ¿no? - dice, también observándolos.

Dejo un beso en su cabeza. - Ya lo creo. - quedamos en silencio, sin apartar la mirada de nuestros hijos. - Míranos, compartiendo un cigarrillo en la terraza.

Me mira con picardía y una sonrisa divertida. Y allí lo veo reflejado a Novak. Tienen las mismas expresiones.

- Seremos unos ancianos de 80 años y seguiremos compartiendo un cigarrillo en la terraza. - menciona, sin dejar de sonreír.

- Deberíamos darle el ejemplo a nuestros hijos y dejar de fumar.

- Somos unos padres terribles. - comenta. Los dos reímos.

- Novak se parece cada vez más a ti. - menciono el pensamiento que estaba en mi cabeza, porque junto a ella siempre tengo la necesidad de decirle todo lo que se pasa por mi mente.

Menea la cabeza y me extiende el cigarrillo. Lo tomo y le doy una calada.

- Puede ser, pero tiene tú enorme corazón. - dice. - Creo que es quien más se te parece en cuanto a personalidad.

- Físicamente Kai. - decimos a dúo.

- Izan es Arwen. - sigue.

- Oh si, ni que lo digas. - concuerdo. - No se si fue muy prudente de nuestra parte dejarlo a su tutela. - agrego divertido.

- De todos modos era algo que no se podía evitar, ¿no era eso lo que decía tú padre?

- Si, no se puede huir de la sangre Marshall.

- Kirian es más como tú padre. - continúa. - Me recuerda mucho a él.

- Pero más sereno. - digo. - Me trasmite calma con solo verlo.

- Astor es como tú, en tú época rebelde.

Niego. - Te dije que el quinto estaba de más.

Me golpea el brazo. Río. - No hables así de mi bebé.

- Ahora entiendo porque estabas enamorada de mi cuando era un idiota.

Ríe. Ay dios, no me canso de verla reír.

- ¿Y Kai? - pregunta pensativa.

- Lo veo como una combinación de tus padres. - respondo. - Tiene ese encanto deslumbrante de tú mamá, pero la inteligencia y el sentido de la responsabilidad de tú padre. Sino fuera que adora a sus hermanos más que a nada en este mundo, probablemente estaría en algo humanitario, y no metido en el clan.

Hijo de la Mafia (Mafia Marshall IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora