Capítulo 49

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Vittorio

Estoy tan metido en lo que estoy haciendo, que me llevo un buen susto al verlo apoyado en el marco de la puerta, de la que solía ser mi habitación en la casa de Izan.

- Lo siento, no quería interrumpirte. - se disculpa Novak entrando. - ¿Qué haces? - pregunta al detenerse junto a mi.

- Mandé a imprimir las fotografías que he tomado con la cámara que me regalo Izan. - respondo sentado en el piso, con todas las fotos desparramadas por la alfombra. - Y me las trajeron hace un rato, así que estoy trabajando en ellas.

- ¿Ahora incursionaras por la fotografía? - pregunta divertido.

Meneo la cabeza. - Han pasado unos días desde que me gradué y sigo sintiéndome bastante desorientado. - confieso. - No se para donde seguir, y eso en parte me asusta.

- ¿Hacia delante?

- No hay un solo camino hacia delante.

- Lo bueno que siempre puedes volver sobre tus pasos y tomar otro camino si no te gusta el que elegiste.

- Supongo. - digo con una leve sonrisa. - ¿Y a ti que te trae por acá? - le pregunto. - Hace unos días que no te vemos.

Se pone en cuclillas. - La vida de casado me tiene loco. - responde.

- ¿Ya te quieres divorciar? - pregunto bromeando.

- Loco de amor, quise decir. - se le forma una sonrisa dulce al decir eso, pero luego se le borra y queda serio. - Vine a hablar con Izan.

- ¿Sobre que? - pregunto extrañado, al verlo con ese semblante que no es habitual en mi amigo.

- Sabes bien. - responde. - Ese día tú cambiaste de tema para no generar conflicto, pero no puedo seguir aplazando esa conversación.

Hago una mueca al entenderlo. - ¿Con que te vas a ir, eh?

Asiente. - Mi lugar es dónde este Amir. Y él debe hacerse cargo de su clan.

Apoyo mi mano sobre su pierna. - Lo entiendo. Y... y es lo correcto, para ustedes.

- Se que lo es. Pero Izan no lo verá así. - me mira con tristeza. - ¿Puedo pedirte un favor?

- Claro que si, sabes que cuentas conmigo para lo que sea.

- Me siento como un cobarde al pedírtelo, y tampoco quiero crear un conflicto entre ustedes, pero... - queda callado. Traga. - Me...

- ¿Quieres que este contigo cuando se lo digas? - termino la oración con él.

Parece aliviado al escucharlo de mi boca. Asiente. - Si. - confirma.

- Estaré ahí para serte de apoyo moral.

- No es solo apoyo moral para mi, puedo con Izan.

- ¿Entonces? - pregunto confundido.

- Él... - menea la cabeza. - Él es mejor cuando tú estás.

Extiende una mano y toma de una de las fotografías. Es la que le saque a Izan ese día en la playa.

Los ojos de Novak se ponen brillosos y sonríe. - Nunca vi a mi hermano sonreír de está manera. - comenta, luego de un prolongado silencio. Me mira. - Gracias. Por hacerlo así de feliz.

Él me hace feliz a mi también.

***
Los dos salimos de la habitación y nos dirigimos hacia la sala de reuniones de él suele estar trabajando.

Al entrar los vemos sentado en la punta de la mesa, en su lugar habitual. Tiene su cabeza apoyada en su mano, mientras lee algo sobre la mesa. Al percatarse de nuestra presencia, levanta la vista y enseguida su mirada se posa en mi. Sonríe ampliamente, lo que me hace sonreír de la misma manera.

Hijo de la Mafia (Mafia Marshall IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora