Capítulo 31

7K 808 75
                                    

Izan

Está sentado en el sofá, cubriéndose con una enorme manta, mientras se aferra a está. Aún sigue mojado. Tiene su mirada perdida, fija en el fuego, que pesé a el, sigue tiritando. No ha dicho una palabra desde hace unos 30 minutos, en los que se encontraba temblando y sollozando en el césped. 

Estamos solos los dos, en la biblioteca. Yo estoy detrás suyo, apoyado en una de las paredes, de costado. No puedo quitarle la mirada de encima. 

Jamás algo me había desgarrado tanto el pecho, como oírlo contar su historia. El dolor en su mirada, en su voz, hizo que algo dentro mío se removiera y que me surgiera el enorme deseo de abrazarlo, de sostenerlo bien cerca de mi y no soltarlo, de enfrentarme a todo aquel que quisiera lastimarlo. 

¿Él se creía una mala persona? Ja. Si incluso con tanto dolor en su corazón, me sigue pareciendo un rayo de sol. Es un idiota el que no sabe verlo. 

- Fue un accidente. - digo, rompiendo el silencio. Noto como tensa sus hombros. 

- Buscas hacerme sentir mejor, ¿enserió? - dice con sarcasmo y algo de dolor en su voz. 

- No busco hacerte sentir mejor. - respondo firme. - Tan solo digo la verdad. 

- Puede que haya sido un accidente, pero se podría haber prevenido si no hubiera sido un egoísta y me hubiera quedado con mi hermano, como me lo pidió mi madre. 

- Respóndeme algo... - gira su cabeza y posa su mirada triste en mi. - Si pudieras volver el tiempo atrás, ¿lo evitarías? ¿te quedarías en tu casa? 

Frunce el ceño. - ¿Qué clase de pregunta de mierda es esa? - pregunta molesto. 

- Responde. - ordeno firme. 

- ¡Claro que si! 

- ¿Y tomarías su lugar si pudieras? 

- ¡Claro que si! - sigue respondiendo enojado. 

- ¿Entonces? ¿Cómo te hace eso una mala persona? - continuo. - ¿Siquiera sabes lo que es ser una mala persona? Porque cómo alguien que lo es. - apoyo mi mano en mi pecho. - Te puedo iluminar con su significado. Una mala persona es alguien que comete actos contra otros, ya sea lastimándolos, o perjudicándolos, y que no se arrepiente, no siente la mínima pisca de remordimiento. Es alguien que lo volvería a hacer, si eso lo beneficia de algún modo. Una mala persona es alguien vengativo, con malas intenciones... - me voy acercando a él, mientras me observa en silencio, con su boca levemente abierta. - Es alguien mezquino, que goza destruir, que no tiene moral, o decide ignorarla, mejor dicho. - quedo a su lado, no me aparta la mirada estupefacto. - Las malas personas no tienen compasión, no quieren ser mejores, son ambiciosas. - me pongo en cuclillas, por lo que nuestras cabezas quedan a la misma altura. - ¿Te identificas con algo de lo que acabo de decir? - noto que está por decir algo, pero levanto mi mano, interrumpiéndolo. - Y no me refiero a su época de adolescente estúpido, molestando a tus compañeros. 

Me observa en silencio por unos segundos. - Puede que... - comienza a decir, pero le tiempla la voz. Inhala y exhala. - Puede que tú seas todo eso, pero... - sus ojos brillan por las lagrimas. - Tú defiendes a tus hermanos, los cuidarías de lo que sea. Y no intentes negarlo, porque lo se. 

- No voy a negarlo. Claro que lo haría. Yo también sacrificaría mi vida por ellos. - digo. - Pero es lo que nuestros padres siempre nos inculcaron, a cuidar de nosotros. No hay nada a lo que le hayan puesto más énfasis en nuestra educación, que al hecho de que nos mantengamos unidos. ¿Pero sabes por qué? - niega. - Porque en mi familia se vivió en carne propia, por generaciones, la división de la familia, en especial de hermanos. Nos enseñaron desde sus errores, desde sus arrepentimientos. 

Hijo de la Mafia (Mafia Marshall IV)Where stories live. Discover now