Capítulo 35

7.2K 733 80
                                    

Vittorio

- Ni siquiera tengo bolso. 

Me excuso dándome la vuelta y regresando hacia mi escritorio, luego de abrirle la puerta cuando tocaron a esta, hace dos minutos atrás. 

Pasó una semana desde que regrese a mi vida normal. Y por normal me refiero a estar encerrado dentro del departamento. Ni siquiera he regresado a la universidad, o me he puesto a escribir de vuelta. Estos días me he sentido bastante desmotivado, y decaído. Es como si me encontrara en un momento de mi vida en el que no se que rumbo tomar, que dirección seguir. En mi cabeza tengo la pregunta constante: "¿Y ahora?". Necesito las respuestas a preguntas que ni siquiera he formulado, por muy confuso que eso suene. 

- ¿Ese fue el mejor pretexto que se te ocurrió? - pregunta Novak, caminando detrás de mi. - Por que, por si no has notado la enorme valija que llevo en la mano, ese tema ya está solucionado. - me siento en la silla y la giro para observarlo. Me mira divertido. - Me la vi venir. 

- ¿Me volví tan predecible? 

- No. Se le llama conocer a mi amigo. - responde.

Amigo. En ese ultimo tiempo me he dado cuenta que me encuentro rodeado de personas que se preocupan por mi, en un buen sentido. Beth y Bass no dejaron de abrazarme por un buen rato luego de que les contara la verdad sobre mi vida pasada. De alguna forma fue como ese nudo que venía teniendo en mi pecho desde hace años se hiciera más pequeño, sigue estando allí, pero al menos puedo respirar mejor. Novak hasta hace poco era un completo desconocido para mi, y ahora siento que es una de las personas más importantes de mi vida. Aunque me haya comportado como un imbécil ese día...

- ¿Sigo siendo tú amigo? - pregunto extrañado. - Porque creería que no querrías volver a verme luego de que me fuera sin despedirme. 

Puede que una parte de mi no quisiera despedirse de ellos porque así sería más sencillo regresar. 

"Volveré". - es lo que me hubiera gustado decirle a él, luego de que me dijera que siempre sería bienvenido en su casa. 

Pone los ojos en blanco. - No tenemos cinco años. - continúa Novak. - Además, no era una despedida. Te despides de alguien cuando no vas a volver a verle, lo nuestro era más bien un "hasta luego". 

- Pues, lamento no haber dicho "hasta luego". 

Se encoje de hombros. - Perdonado. - dice. - Aunque había alguien más molesto que yo con tú ausencia. - agrega en un susurro, apartando la mirada. 

- ¿Qué? - pregunto sin entender. 

Vuelve a mirarme. Sacude la cabeza. - Nada. - responde sin darle importancia. - Ahora deja de perder el tiempo y ponte a empacar. 

Suspiro. - Nov, lo haré en estos días. Lo prometo. No necesitas controlarme como si fuera un niño pequeño. - aseguro. - Tú solo dime cuando nos vamos y yo estaré allí listo. 

Se lleva las manos a la cintura. - El avión sale en 3 horas. - anuncia. 

- ¿¡QUÉ!? - exclamo. 

- Lo sabrías si atendieras mis llamadas. - reprocha. 

- ¡Nunca me devolvieron mi celular! - me quejo indignado. 

Hace una mueca. - Ah cierto. Mala nuestra. - se rasca la cabeza. - En ese caso ignora los últimos cinco mensajes de voz que te deje. 

- Pero... 

- Basta de excusas. - me interrumpe con fastidio. 

Me toma del brazo y me obliga a pararme. Nos encaminamos hacia mi habitación. Apoya la maleta sobre la cama y la abre. La señala. 

Hijo de la Mafia (Mafia Marshall IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora