CAPÍTULO 5

122 31 9
                                    


—Si me hubieses dicho a mí que estabas desnuda tu noche habría acabado de otra forma —dice dejándome con la boca abierta por su desparpajo.

Brandon lo mira con una sonrisa y yo lo asesino con la mirada. El rubio cambia el gesto al verme y se pone serio, pero vuelve a sonreírme a modo de disculpa.

—Habría salido desnuda paseándome por todas partes antes que decirte nada a ti —le suelto, realmente molesta y llevándome una uña a la boca.

Odio hacer eso y la aparto tan rápido entra en mis labios. No es cierto. Le habría acabado pidiendo ayuda y rezando porque me la diese. Sin embargo, en el poco tiempo que lo conozco, se ha ganada a pulso el caerme mal con su actitud. Parece que Antipático quiere decirme algo, pero Brandon me aparta rápidamente y yo dejo que lo haga. Sus manos sientan genial sobre mi piel.

—Perdona a Liam. Muchas veces dice cosas sin pensar.

Liam. El antipático se llama Liam. Brandon coloca una mano en mi cadera, empujándome con suavidad a caminar más deprisa y es como si la mente se me quedase en blanco. Creo que todas mis neuronas dejan de hacer la sinapsis cuando tengo a Brandon cerca. Es como si me diese un cortocircuito. Veo como ambos intercambian una mirada, pero en esta ocasión, Liam no sonríe. Está muy, pero que muy serio. Decido que no tengo tiempo para esto cuando veo a un grupo de alumnos acercándose en nuestra dirección. Recuerdo que tan sólo llevo una camiseta y camino a toda prisa tratando de que me vea el menor número de personas posibles. Con un poco de suerte nadie me reconocerá y podré empezar mi primer día en la universidad de modo ameno y sin ningún problema.

A no ser que Becca no me deje entrar en la habitación como ha dicho Brandon, o consiga entrar si yo llego primero y bloqueo la puerta y me hace algo mientras duermo. Creo que esta noche el insomnio me va a hacer un favor. Ojalá estuviese en casa. ¡Cómo echo de menos a mis abuelos!

Brandon me sigue muy de cerca. Voy como dos pasos por delante de él y acelera el ritmo al darse cuenta de que yo no lo bajo.

—No te preocupes porque te vean así. Muchas chicas salen totalmente desnudas o en ropa interior por los pasillos.

Me detengo girándome hacia él por completo y lo observo. Estoy segura de que me está tomando el pelo, pero no, por primera vez no hay una sonrisa en sus labios.

—¿Me lo dices en serio?

Él asiente con la cabeza.

—Tu compañera de piso puede ser realmente odiosa, aunque otras chicas lo hacen porque les da la real gana.

Me doy la vuelta y sigo avanzando veloz hasta llegar a mi habitación. Me siento orgullosa de lo bien que me he orientado para llegar. No obstante, el horror se apodera de mi sistema sanguíneo cuando meto la llave y... no hace nada. No abre. ¡Virgen del amor hermoso! Becca me ha dejado en la calle y lo habría hecho desnuda de no ser por la camiseta que me ha dado Brandon.

No puedo centrarme ahora en eso. Recapitulemos en lo importante, Becca, mi compañera de habitación y líder del club de animadoras, me ha dejado desnuda, exceptuando la camiseta que Brandon me ha prestado, y en la calle. Siento como mi instinto asesino me devora las entrañas y me hace entrar en calor.

—Si quieres puedo echar la puerta abajo, o quizás puedes dormir en mi residencia.

Mi corazón acaba de congelarse. ¿Acaba de decirme que puedo dormir con él? Espera... ¡ACABA DE DECIRME QUE PUEDO DORMIR CON EL! ¡AAHHH! Su propuesta hace que todo de vueltas.

Nicole, reacciona, me digo a mí misma. Aunque es como si en mi cabeza tuviese a un mono tocando el tambor. No pienso dormir con él. Quiero decir, acabo de conocerlo y nunca me he besado con ningún chico, ¿cómo voy a pasar la noche con uno? Y peor aún, ¡mi primera noche en la universidad! Si me dijese esto en mi pueblo, todos se ofenderían. No está bien que un chico al que acabo de conocer me diga eso.

ABEJA REINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora