CAPÍTULO CINCUENTA Y TRES
El señor Barnett conduce por una carretera mojada. La lluvia cae sobre el vehículo negro mientras el limpiaparabrisas va a toda potencia. El hombre se lleva el cigarro a la boca y aspira de él, distraído y despreocupado, como si no llevase prisionero a un hombre en el maletero. Como si no lo hubiese tenido ahí durante todo el tiempo que ha durado la cena benéfica para recaudar fondos para su investigación. Una para la que quizá el mundo aún no esté preparado. Una que no tiene límites morales por todo lo que está en juego.
El cartel que informa de que ha llegado a las afueras de Kerney queda atrás, y poco a poco, va llegando a su destino, un pueblo Amish donde nadie hace preguntas. Uno donde él es bien conocido, y a la vez, un completo desconocido. Un hombre lo está esperando en la entrada de una de las granjas más alejadas. De esas en las que, si algo ocurre, se queda solo en el interior de ese lugar.
El señor Barnett sale del vehículo y apaga el cigarro pisándolo con la suela de unos zapatos caros. Un hombre de unos sesenta años se le acerca, serio y severo. Su vestimenta también es negra.
-Espero no estar cometiendo un error -le dice mientras le da las llaves.
El señor Barnett se queda mirando la cicatriz de su ojo izquierdo que llega hasta la larga barba.
-Tranquilo, esta vez será diferente.
Y tanto que lo será, porque ahora tiene un nuevo sujeto con el que experimentar. Uno sin ninguna patología previa, y que puede ser una nueva oportunidad.
Holaa personitas preciosas. Capítulo cortito, pero importante. ¿Qué creéis que ocurre? Mañana os subo otro más larguito. Un abrazo enorme y gracias por leerme!
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ABEJA REINA
Teen FictionNicole llega a la universidad dispuesta a cumplir un sueño. Tiene ilusión y metas, pero no sabe nada de lo que ocurre a su alrededor ni en lo que acaba metida sin pretenderlo. ¿Cómo salir de una situación en la que no sabes cómo te has metido? ¿Qué...