7. "I' II Make you love me "

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A la mañana siguiente Liza sigue sin aparecer y no dejo de hacerme preguntas sobre de dónde vienen los amigos de Velkan y él. La curiosidad me puede, el no entender por qué razon el dibujo del símbolo de la bandera de Rumania llegó exactamente a mi hace que me sienta inquieta. ¿Habra sido él por simples ganas de fastidiarme?

Es un domingo nublado y el día no presta para mucho. La mayoría está con sus amigos o familiares y parece que no tengo a ninguna de las dos opciones, me siento un poco sola.

No es que no esté acostumbrada a la soledad, aunque no significa que me guste del todo.

En casa, en New York, por lo menos tenía a mi abuelo, un poco a Alan y a Kathe, pero ahora ninguno está.

Llamo a mi mejor amiga la cual no contesta, solo manda un mensaje a los minutos diciéndome que vendrá tarde. No quiero molestarla y le respondo con un "ok". Vuelvo a apagar el celular para no ver la lluvia de mensajes que tengo debido a la "escandalosa" foto que subí ayer en un ataque de valentía.

Antes de poder apagar mi celular recibo un llamado.

El nombre de Eva aparece en la pantalla y me emociono un poco al pensar que me llamó para conversar o simplemente hablar. 

Si, claro.

-¿Eva? 

-Eres la peor desgracia de toda la familia, una ramera de cuarta-espeta con disgusto.

El corazón se me para unos segundos y la decepción ya conocida me deja muda. Me muerdo el labio con fuerza tapándome la boca para no llorar.

-Mis amigas vieron la ridícula foto que publicaste  y ahora soy la hermana de la pequeña puta de la familia. ¡Estás dejando el apellido por el piso, usando esa ropa y maquillada de esa forma!-sigue con su griterío y muerdo mi mano para no dejar escapar el escandaloso llanto que me quiere dominar.

-Eva... Evita, eres mi hermana mayor... Por favor-no se qué ruego, pero duelen sus palabras.

-¡Tu no eres nada mío!-corta y me dejo caer al piso desencadenando las lágrimas y la tristeza que me recorre el cuerpo.

Tengo tres hermanos y ninguno me quiere, mis padres tampoco y solo me dirigen la palabra para humillarme, regañarme, insultarme... Estoy harta.

Nunca voy a acostumbrarme a esto. Jamas dejara de doler.

Los amo y es un sentimiento tan confuso. Que los quiera y tenga bronca guardada hacia ellos me hace sentir una mezcla de emociones que hacen que no pueda parar de sollozar.

Quiero a mi abuelo Harry para que me abrace y diga que puedo con esto, que tengo todo su amor y apoyo incondicional.

Quiero a Kathe, mi mejor amiga, para que me haga reír con sus comentarios sarcasticos de siempre y subirme la autoestima con esas frases suyas.

Quiero a alguien que me quiera y este para mi siempre que lo necesite, que sea mutuo.

Siento como mi corazón cruje rompiéndose de a poquito y realmente comienzo a pensar que mi primer corazón roto es por parte de mi familia y no por el típico primer amor adolescente.

El llanto no cesa y me hago un ovillo en el piso permitiendo, como siempre, que los comentarios de las personas que amo me rebajen y me hagan sentir como la nada misma.

Alcanzó mi celular tirado en el piso y miro mi fondo de pantalla. Me quedo en silencio un rato largo hasta que una pequeña sonrisa sale de mis labios cuando veo el fondo donde estoy con patines sobre la pista de hielo.

Los minutos pasan, el dolor en mi pecho sigue ahí, las lagrimas ya secas también, pero la vida continua.

Me levanto como siempre y me cambio de ropa por algo más abrigado. Rebusco entre mis cosas y encuentro los viejos patines color blancos con pequeñas lentejuelas, son simples, es lo único para lo que alcanzo a mi abuelo sin pedirme plata a mis padres y yo estoy muy feliz con ello.

INOCENTE TENTACION [01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora