INOCENTE TENTACION [01]

30.Debajo de la armadura

Samirah

El lunes por la mañana el sol parece sonreirme con fuerza.

Luego de haberme levantado y encontrarme con tremendo semental durmiendo a mi lado no pude quitarme la sonrisa del rostro, no quise despertarlo, así que solo deje una nota donde le decía que ya tenía clase y que me gusto que se haya quedado toda la noche ahí conmigo.

Ridícula, pero no me importa.

Mi teléfono no ha dejado de sonar con mensajes histéricos de mi madre recordandome que el fin de semana tendré que pasarme por New York para la prueba de vestuario para el casamiento de mi hermana mayor; Eva.

Ignoro el hecho de que este sábado es mi cumpleaños y se ha olvidado como siempre. Hoy nada va a amargarme el día.

Volver a mi residencia después de una semana entera conviviendo con los chicos en la mansión me hace sentir un poco sola, pero era necesario ya que estoy pagando por este cuarto, además de lo peligroso que sería para mi salud mental que mi madre se enterara que ya no vivo aquí.

Mi look de hoy es un vestido azul ajustado al torso y suelto en la cintura, medias de invierno hasta la rodilla al igual que las botas. Llevo el pelo ondulado hasta la cintura y un poco de maquillaje en el cuello para tapar los chupetones que me hacen parecer víctima de un vampiro.

Busco a Carter entre la multitud en la cafetería, quisiera pedirle perdón por haberlo dejado plantado anoche, no voy a decirle el motivo real por el cual lo hice; me fui a una cita con el chico que odia. Me paro de puntitas estirandome entre los estudiantes, no logro verlo.

Bufando vuelvo por el pasillo hacia mi próxima clase, la carrera poco a poco me gusta, aunque soy consciente de que no es lo mismo si estuviera estudiando lo que me gustaría y no lo que me impusieron. La puerta del salón está abarrotada de alumnos entrando y espero para poder entrar.

Un jalon en mi cintura me empotra contra la pared haciendo que las miradas viajen hacia aquí.

-Ese vestidito esta muy corto..-susurra en mi oído deslizando las manos por la tela.

Una sonrisa se me dibuja en el rostro ignorando las miradas.

-¿No te gusta?

Lo sube un poco más y me mira con una ceja enarcada.

-Me encanta y esto...-mete un dedo en el borde de mis medias estirandolas-Me dan ganas de clavarme en ti aquí mismo.

Abro los ojos tapandole la boca con una mano cuando el profesor nos cierra la puerta en la cara evitando a toda costa la mirada de Velkan. Aparta la mano de su boca y me toma del cuello llevándome a sus labios.

Nuestros labios se mueven en una perfecta sincronización, encajando como si fueran dos piezas de un rompecabezas por fin unido, su lengua juega con la mía y me caliento sintiendo el frío piercing de su lengua tocando la mía.

Y una loca idea se me pasa por la cabeza.

-Yo también quiero aretes.

Se separa mirándome con rareza, le enseño mis orejas desnudas sin aros y eleva la cejas con sorpresa.

-No me había dado cuenta que no tenías. Siempre tienes el cabello suelto tapando tus orejas-murmura distraído jugando con las puntas de mi abundante melena.