INOCENTE TENTACION [01]

13. Una rosa con espinas

Velkan

Mi boca se prende de su perla roja que brilla con lo mojada que está y mi lengua juega con ella de arriba a abajo, de un lado a otro. Agarro sus fuertes muslos y aprieto la suave piel, dejándole la marca de mis dedos.

Se menea en mi boca, sus gemidos y su dulce voz admitiendo que me desea enloquece la bestia dentro mío y la devoró como un poseso. Sus pequeñas manos tiran de mi pelo y no aguanto los insultos en mi idioma natal.

Jadeo junto a ella y los pantalones me aprietan. Me mira con ojos brillosos y la veo desde mi posición, de rodillas entre sus piernas, su mirada inocente se ve opacada por la lujuria y deseo que siente en este momento.

Sus piernas se tensan y...

-¡Mierda!

Tengo la frente llena de sudor y las sábanas se pegan a mi piel.

Lo que me faltaba

Bufo de mal humor y me quedo mirando la nada por unos segundos.

Samirah Walker puede ser una mojigata, pero me calienta ella, su inocencia y la fiereza que desprende con sus comentarios de niña desobediente cuando está conmigo. Me fascina y fastidia en partes iguales, la forma en que cambia a mi alrededor, cuando con los demas es toda amabilidad y timidez, conmigo es enojo, contestaciones, rebeldia y miradas cargadas de deseo disfrazadas de odio.

Me molesta el éxtasis que me hizo sentir el haberla probado y si así me pone tocarla, no quiero sabe lo que seria follarla. Me divierte molestarla, ya que se comporta justamente como sus papis no quisieran que se comporte y sus mejillas rojas de enojo y vergüenza son todo un espectáculo para mi mente perversa.

Sin embargo, eso no me desconcentra del objetivo.

Salgo de la cama de mal humor y me tomo una ducha fría para bajar la calentura. Mi teléfono suena y asomó una mano para contestar dejándolo en manos libres. La voz del idiota suena y sonrió sínico para mis adentros.

-¿Si?

-Dime a qué hora puedes y paso para arreglar el rastreador.

-Según mi agenda hasta el 2050 tengo ocupado, una pena.

-No quiero hacerlo, pero no tengo opción y lo sabes.

-No me interesa tu vida-sigo duchándome esparciendo jabón por la fuerte ereccion que genero el sueño.

-Lo estás complicando todo, desconectas el rastreador a propósito, a mi no me engañas.

-Te felicito, hoy te has vuelto más inteligente que ayer y menos que mañana.

Lo escucho respirar profundo y me río sabiendo que estoy hartándolo.

-Por cierto... He perdido mi chaqueta de cuero, ¿sabes dónde puede estar? Salió carísima.

Le sonrió cabrón, a los azulejos del baño y me imagino su rostro en este momento.

-¡Eres un..

-Cuidado con lo que dices y ríndeme el respeto que me merezco-le suelto con altanería-A las 2 pm en mi casa.

Corto la llamada y cierro la ducha, ato una toalla a mi cadera y salgo con celular en mano devuelta a mi habitación. Viorica se encuentra acostada con solo una bata puesta en mi cama.

-Buenos días.

-¿Vienes por un polvo o algo en especial?-le pregunto sentándome al borde de la cama.

Se arrodilla detrás mío y me rodea el torso con sus delgados brazos repartiendo besos por mi cuello y muerde el lóbulo de mi oreja, no tardo en volver a tener la verga parada.