32.Mascara de hielo

1.1K 91 7
                                    

Dos semanas después

Samirah

Estoy que no quepo de felicidad. Las últimas semanas desde mi viaje a New York donde Velkan se apareció y tuvimos un lindo día por las calles de Manhattan, fueron maravillosas. Me siento como en una de esas novelas románticas que leía a escondidas de mi madre donde la protagonista tiene su hermosa historia con su chico.

Durante estos días estuvimos yendo a clases juntos donde por debajo de la mesa me manosea sin ningún tipo de pudor y me susurra al oído cuanto lo ponen mis vestidos de "niñita buena" según él. Yo solo logro sonrojarme mientras trato de ver que ninguno de mis compañeros se de cuenta de lo que sucede al fondo del salón y devolverle besos discretos que nos ponen a tentar nuestra capacidad de autocontrol.

Es una distracción demasiado tentadora como para pasarlo por alto.

Algunos días vengo a dormir a la mansión, los chicos y chicas ya se dieron cuenta que cada vez pasamos más tiempo juntos, ninguno dice nada excepto por Samuel quien con sus sonrisitas burlonas se dedica a molestar a Velkan, acercándose demasiado a mi, probando su paciencia.

Los estudios y exámenes finales no me dejan mucho tiempo, pero él siempre consigue la forma de colarse por mi ventana o arrastrarme hasta su casa. Sigue sin entender por qué no me puedo quedar allí con él, me da mucha pena decirle que no puedo porque si mis padres se enteraran muchas cabezas rodarian. No hablamos sobre nuestras familias ni volvimos a sacar el tema de su fallecido hermano menor, a veces quiero sacarle algún tema para conocerlo mejor, sobre su pasado en Rumania. Sin embargo se niega rotundamente y se pone de un humor que mejor ni hablarle.

Mas alla de todo eso, he disfrutado del mejor sexo que jamas podria haber pensado que practicaria, todavia me faltan muchas cosas por experimentar, me esta encantando que todas sean junto al salvaje de ojos grises, junto al chico el cual se aferro a mi corazon con fuerza y ahora ya no pueda hacer nada para detenerlo. Ni quiero hacerlo.

No puedo negarlo, ni disimularlo, hay cosas que por más que no se digan se perciben y mis ojos son tan claros como su color, la forma en que lo miro y añoro a cada segundo que no está conmigo es desconcertante. Me gusta tanto como me da miedo y tengo la esperanza de que él también sienta al menos la cuarta parte de lo que siento yo.

No es un hombre de palabras, sino de hechos. El que haya viajado hasta Manhattan solo para verme en mi cumpleaños me sigue dando ilusión y un sentimiento cálido me recorre el pecho cada que pienso en todo lo que hizo por mi.

Nerviosa suelto aire por la boca tratando de limpiar el sudor de mis palmas en mi vestido, término de atarme el pelo en una trenza de costado y me coloco mis zapatos bajos. Me miro en el espejo de cuerpo entero que hay en el cuarto de mi habitación y sonrió con seguridad viéndome bonita y sensual a mi modo.

Hoy los chicos se van a un viaje por el fin de semana y yo les agradecí internamente que me dejaran la casa sola asi podia hacer lo que tengo en mente desde hace días; prepararé una bonita cena para los dos aprovechando que estamos solos y por fin le diré lo que siempre se me queda atascado en la garganta por miedo a su reacción.

Necesito poner en palabras lo que siento. Desde el viaje a New York que me di cuenta de la magnitud de mis sentimientos vengo pensando cómo hacerlo y esta noche es la elegida.

Quiero ser sincera con él y conmigo, por primera vez en mi vida me enamoré de un chico y al estar lejos de mis controladores padres quiero vivir esto con libertad como toda joven enamorada. Planeo decirle lo que siento, que en tan poco tiempo su mal humor, arrogancia, cara de ogro gruñón se metieron en mi con fuerza en mi sistema, sobre todo esos gestos que tiene conmigo cuidándome con esa fiereza que posee.

INOCENTE TENTACION [01]Where stories live. Discover now