INOCENTE TENTACION [01]

29.El hijo del diablo

Samirah

-Bien, entonces te espero en tu residencia por la noche.

Asiento hacia Carter y los acompaño a la puerta. Estuvieron casi toda la noche conmigo platicando a la luz de la luna en el gran parque que tiene la mansion, mientras una silueta vigilo todo desde la ventana del tercer piso, Velkan es un idiota y uno muy caliente, debo aceptar.

Le prometí a Andrew que llevamos a cabo sesiones por videollamada en caso de que no podamos juntarnos, ya que le surgió un viaje de improvisto. Ambos estaban enormemente preocupados por mí, les conté lo sucedido con Nicoleta. Estaban preocupados por algo más que tuve que insistir para que me lo digan, y era el que esté aquí pasando la semana bajo el mismo techo que Velkan y su grupo.

Y es que no lo entiendo, pero por algún motivo todos en esta casa parecen odiarlos, seguramente el demonio de ojos grises tenga que ver, mas no iba a dejar que por eso se vayan sin habernos puesto al día. Son mis amigos y no voy a dejar de verlos por una rivalidad absurda e inentendible entre el rumano y los hermanos Fox.

Los despido a ambos desde el umbral de la puerta con una sacudida de mano, su jeep blanco arranca y se marchan luego de que las enormes rejas se abran. Me quedo perdida mirando la fuente del águila que tanto me impresionó el primer dia que la vi, misma ave que lleva tatuada Velkan.

Hoy fue un día largo y recordarlo me pone nerviosa y me hace sentir estúpida. La idea principal era seducirlo en el gimnasio para que no tenga que contarle sobre lo que sucedió el día que Nicoleta me ataco cual demente, mas eso no paso, sino todo lo contrario. Como la idiota que se esta enamorando me deje seducir yo por él y termine confesando lo que sucedió aquel dia en su club entre gemidos, dejando que se desaga la boca lamiendo entre mis piernas.

Quise evitarlo, pero no pude porque no soy tan fuerte a su presencia. De todas formas, logré escapar de la follada que prometían sus ojos salvajes, luego de correrme en su boca. No es que no lo deseara, pero no quiero volver a pasar por el sentimiento de sentirme su juguete sexual cada que él quiere y mucho menos ahora que mis sentimientos no son los mismos que antes.
Antes creía que era un hijo de puta egocéntrico y ahora pienso lo mismo, pero con la diferencia de que me gusta demasiado como para evitarlo. Es mi gusto culposo.

Sus actitudes me confunden; por un lado dice que solo me folla cuando quiere y me deja sola cada vez que lo hacemos, pero luego viene y me salva de morir desangrada por una golpiza de su ligue, llevándome al hospital, dejando que duerma en su cama y me quede en su cuarto y casa. Para después vigilarme de cerca cuando estoy con Carter como si fuera un cavernícola celoso queriendo marcar territorio.

Es bipolar, no hay duda.

Le dije a Carter después de que él mismo insistiera tanto, que me iría esta misma noche devuelta a la residencia ya que me siento mejor y mis heridas graves están recuperadas, no hay motivos para me siga quedando aquí. El menor de los Fox me esperara allí con la llave que le di, esperando a que llegue para tener una cena juntos y ponernos mejor al día. Es un muy buen amigo, se interesa por mi bienestar y presta sus oídos para escucharme cada que lo necesito.

No quise dejar que me venga a recoger por las dudas de armar conflictos. Eso no es lo mio.

El aire comienza a ponerse frío, sigo apoyada en el umbral mirando a la noche decorada por pequeños puntos brillantes. Cierro la enorme puerta con decoraciones doradas y el repentino silencio del lugar me deja quieta puesto que todos están en casa. Sasha baja de las escaleras tan elegante como siempre, con su pelo azabache atado en una cola de caballo y un conjunto Channel.

-Las empleadas tienen día libre, ¿me ayudas a preparar la cena?-pregunta desde las escaleras y asiento con una sonrisa tímida.

Ella de verdad me agrada, pero creo que es media reservada en algunos aspectos. Como cambian las cosas, cuando la conocí creí que sería la pelinegra quien terminaría siendo cercana a mi y Viorica me caería mal con esa actitud suya, opuesto a lo que pensé, hoy en día es todo lo contrario, aunque Sasha no me caiga mal.