41.¿Por qué yo?

1K 85 18
                                    

PARTE 1

Samirah

Un lado autodestructivo en el fondo de mi ser se activa, haciendo que pase todo el viaje en avión escuchando repetidamente mi playlist de Lana del Rey que usó únicamente cuando me dejo llevar sobre el sólido hielo que raspan las cuchillas de mis patines formando figuras en él.

Sé mi única vez en la vida

Acostada en tu pecho con mi vestido de fiesta

Soy un maldito desastre, pero yo....

Gracias por esta vida sin límites

Cariño, es lo mejor

Pasaste la prueba y si

Ahora estoy aquí contigo y yo..

Me gustaría pensar que te quedaras

Sabes que simplemente moriría para hacerte sentir orgulloso.

La señora sentada a mi lado tiene que sacudirme un par de veces para hacerme reaccionar; hemos llegado a Washington, DC. Apago mis auriculares los cuales me regalo Velkan con el propósito de que empiece a escuchar más música y desentierre un poco la nariz de los libros, según él, tenía miedo que termine loca de tantas historias ficticias flotar por mi mente.

El trayecto y los trámites en el aeropuerto son tediosos, pero una vez pasados puedo salir al aire fresco que me recibe de la ciudad. La nieve cubre las calles como si de alguna gruesa alfombra se tratara y eso hace que recuerde que la navidad está a la vuelta de la esquina. Me da ansiedad pensar con quien pasaré la noche buena o si la pasaré sola. Creo que eso no ayudaría en nada en el aura depresiva que me encuentro.

Un taxi frena y me subo rápido antes de que el frío me congele las extremidades.

El campus sigue igual, los jóvenes van de un lado a otro organizando que harán en la próxima fiesta del viernes y ansiosos por las pequeñas vacaciones navideñas que se acercan. Me entero por los pasillos que las clases se retomaron hace una semana, ya que el clima complicaba a los alumnos que viven lejos, a llegar a clases y por eso se habían cancelado momentáneamente.

Suelto un suspiro relajado sabiendo que no voy tan atrasada con los temas, aunque la carrera siga sin gustarme.

La residencia está tal cual la última vez que estuve aquí, la señora mayor de edad con cara de pocos amigos sigue detrás del mostrador asegurándose de quien sale y entra. Al verme sonríe con una mueca analizando mi rostro hinchado por las lagrimas y la duda refleja sus facciones, no quiero hablar, así que sigo de largo sintiéndome grosera.

Estar sola en la habitación sin Kathe que moleste o saque fotos a todo es extraño y triste. Cierro la puerta por fin y me dejo caer con la espalda apoyada en esta, explotando por fin.

Lloró como jamás llore. Me entra el hipo y el aire se va de mis pulmones por uno segundos de tanto largar agua por los ojos, ahogándome. Nunca dejé que la maldad de mi familia cambiara mi personalidad o mi esencia, pero creo que llegué al borde. Creo que realmente mi alma superó el nivel de maldad, abandonos y desprecios que puede soportar. No la culpo.

Encima de mi cama deshecha se encuentra una camiseta de él, verla lastima, duele, quema y me rompe en mil pedazos. Me levanto temblorosa y la agarro entre mis manos observándola con una mezcla de rabia y tristeza. Grito tironeando de ella, tratando de romper la delgada tela que mantiene su colonia varonil impregnada en ella.

Mis libros de romance cliché y vainilla caen de un estruendo cuando empujo mi estantería de libros, esos que me hicieron fantasear con un amor real y bonito. Donde me supieran amar como los héroes románticos literarios hacen y correspondieran a mis profundos sentimientos como a las empoderadas mujeres que admiro en cada hoja de papel.

INOCENTE TENTACION [01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora