20.Una hembra en todo el sentido de la palabra

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Samirah

Al llegar a mi habitación recuerdo que no tengo mi cartera con mi celular ni llaves, el apuro por escapar hizo que dejara todo atras. Me tiemban los labios detonando el llanto acumulado en estas últimas horas. Paso por muchos estados en cuestión de segundos, tiemblo de rabia conmigo misma por haber caído tan bajo, asco y unas fuertes ganas de sentirme arrepentida y de que no me haya gustado en absoluto. Busco arrepentimiento genuino, algo que me diga que no cai tan bajo como Eva decia, algun sentimiento de repugnancia hacia Velkan que me diga que no soy lo que mi madre y hermana creen de mi, una cualquiera. 

Siempre creí que perdería la virginidad luego de casarme o al menos cuando esté en pareja. Tampoco puedo decir que me arrepiento de que haya sido con él, porque soy consciente que si hubiera sido otro no lo habría hecho, por el simple hecho de que desde que lo conocí en aquella biblioteca y luego en la fiesta de fraternidad me atrajo, desperto algo escondido en mi interior haciendome sentir viva. Me atrajo como la oscuridad atrae a la luz envolviendola a su antojo, como Velkan hace conmigo con cada una de sus acciones y miradas. Con él todo es adrenalina y riesgo, sentimientos de los cuales fui agena durante toda mi vida.

No puedo negar que me seducen y atraen las sensaciones que me recorren cuando estamos cerca uno del otro.

Pensaba que las relaciones sexuales estaban muy infravaloradas. Cuando Kathe a los 17 me contó su primera vez yo solo me puse como un tomate, aunque en el fondo algo de mí quería sentir aquellas sensaciones que la sucia de mi amiga me explicó con lujo de detalle.

Siempre quise experimentar emociones nuevas y nuevas experiencias. Vivir, siempre quise vivir. No solo obedecer las reglas impuestas en casa, el colegio, la sociedad y ser quien no quiero realmente. Todavia lo quiero, pero cuando el sentimiento de estar sola en el mundo te consume de a poco, de adentro hacia afuera y lo único que quieres es un poco de amor, te aferras a lo poco que te dan, por eso siento como se me clavan cuchillas en el pecho sabiendo que si lo sucedido esta noche se descubriera, haría que mis padres me deshereden y lo poquito de atención que tengo de ellos desaparezca.

No puedo quedarme sola en el mundo. No lo soportaría.

Mi espalda choca contra la puerta y me arrastró hasta quedar sentada sobre el frío suelo. No puedo entrar ni llamar a nadie, mi celular y llaves estan en el hotel. Algunas chicas pasan y me reparan con pena o burla, debo lucir como una loca con el vestido medio roto y los ojos hinchados de tanto llorar. Tiemblo de frío y angustia, un nudo en la garganta me genera arcadas y temo volver a vomitar de ansiedad.

La puerta de enfrente se abre apenas y la rara compañera de Kathe asoma un ojo.

-¿Samirah?-susurra como si hubieran monstruos aquí afuera.

-Hola...Siento si hice algún ruido y te desperté.

Me levanto acomodándome para parecer presentable y ella abre más la puerta, dejándome ver que está en una silla de escritorio con rueditas, su pelo es una maraña espantosa y no se cual de las dos está peor.

-Sabes que no me gusta socializar mucho...Pero te oí llorar y me diste pena.

Oh genial..le doy pena

Una chica directa, me agrada y espanta al mismo tiempo

Se percata de que mis ojos se volvieron a llenar de lágrimas y trata de decir algo cuando unos gritos en el pasillo nos hacen detenernos en esa dirección.

¿Quién demonios hace alboroto a las doce de la noche en una residencia estudiantil?

Universitarios borrachos

Sería normal si no hubiera guardias, pero las hay y en todas partes del edificio.

Un tumulto de chicos y chicas alborotados llegan a los gritos y miro a la chica frente a mi, en cuanto se percata quienes son, cierra la puerta en mis narices y asegura con llave.

INOCENTE TENTACION [01]Where stories live. Discover now