INOCENTE TENTACION [01]

14.Rosa marchita

Samirah

Estoy sorprendida y no dejo de jadear. El corazón me va a mil y algunas lágrimas caen por mis mejillas mientras la adrenalina baja de mi cuerpo y me siento peor.

Sabía que el profesor era raro por la forma de mirar a cada alumno y en la que me miraba a veces, mas no creí que llegaría al punto de acorralarme y tratar de persuadirme para acostarme con él.

Cuando me negué, se ofreció a usar sus contactos para acelerar mi proceso en la universidad así podía recibirme antes, le dije que me dejara ir, no me gaste en responder a esa absurda sugerencia y eso pareció enfurecerlo.

Comencé a sentir miedo y algo en mi cabeza resurgió como si hubiera estado escondido por mucho tiempo, a mi mente vino la imagen de Eva pequeña siendo arrastrada por los pasillos de la mansión mientras gritaba y mi madre la metía en el cuarto del final del pasillo. De la nada me vi a mi parada de pequeña viendo a mi hermana gritar y una silueta detrás de ella, se veía confuso. Como si el recuerdo estuviera sumergido bajo el agua y no pueda ver ni entender bien.

No sé si es un sueño o recuerdo, pero se sintió real como para imaginarme algo así de la nada.

La intensidad y fuerza que tomaron esas imágenes en mi cabeza me llevaron a dar un giro como si estuviera en la pista de hielo sobre mis patines y propinarle una patada en la entrepierna al hombre frente a mí, con tal de escapar de lo que mi mente me mostraba y de los brazos de mi acosador.

Creo que el miedo y confusión a las imágenes de mi cabeza en ese momento me provocaron más miedo que el profesor Halle.

El jadeo que escapó de mi fue tan fuerte que gire la cabeza y entendí que no había sido yo sola, Velkan estaba allí agarrando fuerte de la cintura a su amiga o lo que sea.

Sabía que iba a echarme a llorar y no quería que me vieran así, sino que sepan que puedo defenderme sola y ahora que lo pienso bien, siempre me defendí sola. Siempre estuve sola. Esa revelación no tan desconocida, pero en la cual no suelo pensar tan seguido, me deprime más.

Mamá tiene a papá y sus hijos queridos, papá los tiene a ellos y ellos a mamá y papá. Kathe tiene a su madre y parece que ahora a Samuel. Liza tiene a Mark,Viorica tiene a Sasha y a Velkan o eso parece.

¿Y yo?

Entro a los baños del edificio de literatura y me mojo la cara para borrar las lágrimas que siguen bajando descontroladas. El terror que me produjo el profesor hace unos segundos, se colisiona con estos pensamientos tan enfermizos pero reales, siento arcadas que me producen asco y un ardor en el estomago horrible haciendo que termine vomitando el almuerzo en el inodoro.

Me sacudo con fuerza sobre mis rodillas y las manos alrededor del retrete, mi boca sabe a ácido asqueroso y el olor me vuelve a traer arcadas que me ponen a temblar de ansiedad.

Un nudo en la garganta amenaza con rompérmela y quebrarme las cuerdas vocales. De repente pensamientos oscuros me toman y susurran al oído palabras de odio y tristeza.

Todo me pasa factura y las imágenes de Velkan tocándome me ponen histérica y las palabras de mi madre resuenan en mi cabeza "ramera", "puta" ,"decepción" ,"no eres como tu hermana".

Quiero pedir perdón por haberme dejado llevar. Confirmo la teoría de mi madre, el demonio de la lujuria no tiene perdón con nadie. Todo pasó tan rápido, ya va casi un mes aquí y he estado haciendo cualquier cosa, comportándome como una cualquiera.

Pienso en mi mejor amiga y su facilidad para pronunciar a los cuatro vientos que se tira a quien quiera porque simplemente le gusta o atrae. Se ve fácil, en cambio, no lo es para quien vivió con una familia como la mía, la cual se rige por tradiciones y estereotipos antiguos y superficiales.