Capítulo Diez: Todo estará bien

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Lennon Alonso

Al llegar a mi casa luego de salir de trabajar me encuentro con la señora Barbara siendo atendida por mi madre y Brenda hablando con mi padre que está en la cocina. Dirigiéndome hacia ellas las saludo algo preocupado al notar que vinieron con equipaje.

—¿Qué sucedió? —les pregunto porque ver a Brenda más callada de lo normal y sin saludar con la alegría que la caracteriza me tiene preocupado.

—Papa volvió a maltratar a mamá y nos botó de la casa —dice con enojo mientras que recuesta su cabeza en el hombro de Barbara que se apoya en ella.

Mientras que mi madre le aplica una crema a los moretones en sus brazos y papá trae unas tazas de café.

—Ese hijo de...

—Lennon —me advierte mi padre y noto como a Barbara le bajan las lágrimas. Mientras me dirige la mirada.

—Lennon tienes razón es un hijo de perro y me alegro haberme dado cuenta que él no cambiará —nos dice sorprendiéndonos y no es para menos estuvo desde hace un año atrás recibiendo maltratos de su esposo y ella guardando la esperanza de que cambiaría.

Pero los sujetos que ejercen violencia pueden estar tranquilos por un tiempo, pero eso no dura para siempre porque luego sacan su verdadera cara volviendo el maltrato como un maldito ciclo para la víctima.

—Mamá lo importante es que te diste cuenta y debes denunciarlo —le dice Brenda ahora decidida. Nosotros nos quedamos al margen de la situación mientras que la señora Barbara se tensa al escucharla.

—Lo hice una vez y no hicieron nada Brenda y lamentablemente deberemos volver porque es mi casa no la de él —menciona como si estuviera ya cansada de luchar con esta situación haciendo que Brenda se levante del asiento viniendo donde mí.

—Brenda...

—Lennon quiero salir de aquí, acompáñame por favor —me dice mientras que sale hacia fuera antes de derrumbarse.

—Ella estará bien señora Barbara volveremos pronto —le digo mientras que asiente más tranquila de que acompañe a su hija porque probablemente la basura de su esposo esté pendiente de donde se encuentran.

—Gracias Lennon —así que yendo hacia afuera encuentro a Brenda en el balcón llorando en silencio mientras me acerco a su lado. Sin saber qué hacer porque es la primera vez que la veo derrumbarse.

—Lo odio tanto Lennon —me susurra entre lágrimas mientras que dejo que apoye su cabeza en mi hombro.

—¿Quieres ir a comer en Caffelate? —preguntó mientras la abrazó y dejó que calme su llanto y vemos el ambiente tranquilo que raramente hay en el barrio en que vivimos.

—Me gustaría, pero no tengo dinero —me susurra calmando su llanto.

—Yo invitó y además tengo descuento por ser empleado —digo con una sonrisa peñiscando su mejilla haciéndola reír.

—Bien vamos entonces —nos encaminamos a mi auto para volver a la cafetería.

*****************

Al llegar nos sentamos cerca de la fogata en donde me cuenta que pronto se graduará de la high estoy orgulloso de ella pronto cumplirá los diecisiete años y ya está por graduarse a pesar de todas las situaciones que ha pasado por culpa del padre que le tocó ella ha seguido en pie logrando lo que quiere y cumpliendo lo que se propone sin importar las altas y bajas de la vida.

Viéndola más tranquila y su cara sin rastro de haber llorado hace unos momentos contempla el fuego de la fogata con tranquilidad mientras me relajo en el sillón en donde observó que viene Mariana hacia nosotros con los menús en mano sonriéndome y al ver a Brenda a mi lado noto su sonrisa vacilante.

TulipanesWhere stories live. Discover now