Capítulo Trece: Éxito y emergencia

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24 de marzo de 2014

Samantha Lebrant

Hoy finalmente es mi penúltimo día y en donde me dirán cómo fue mi evaluación durante todas estas semanas. Estoy en la oficina de mi supervisora la psicóloga clínica Hernández esperando a que llegue con el evaluador de la universidad para que me den los resultados.

Atendí casos que nunca me había imaginado que fueran reales como el hombre de la fobia con el número dos, una persona que llegó a no sentir su pierna a pesar de que se veía perfectamente bien y casos (que lamentablemente se ven mucho y causan impotencia) como el de la señora Barbara de violencia doméstica. Que tocaron una vena sensible en mi porque mi Nana llegó a tener un ex esposo que la maltrato, pero actualmente murió hace dos años atrás en un accidente de auto. Algo que me alegro porque desde eso mi Nana ya no vive con miedo de que él aparezca para hacerle daño. Algo cruel alegrarme, pero por desgracia solo se puede parar el mal de algunas personas con la muerte.

Sonrió viendo mi tarjeta de identificación mientras que aún no creo que vaya a terminar. Es un gran logro y estoy orgullosa de mi por cumplirlo. Dejando la tarjeta de lado veo entrar a mi supervisora y el evaluado de la universidad sentándose frente a mí.

—Buenos días Samantha ¿Cómo estás? —empieza hablar el evaluador poniendo un documento en su portapapeles.

—Buenos días muy bien y ustedes —les digo ambos contestándome que bien y comenzando hacer una serie de preguntas sobre cómo me fue el primer día, la cantidad de pacientes que atendí mientras que la supervisora también cuenta lo bien que lo hice y el profesionalismo que tuve en cada caso atendido.

Estoy agradecida que me haya tocado una supervisora buena y no una que meta el pie en el proceso para afectar.

—Excelente —dice apuntando algo que no veo en el documento y dándome una sonrisa de boca cerrada finaliza la pequeña entrevista.

—Felicidades Lebrant pasaste con éxito la práctica podrás estar en tu graduación —menciona culminando la entrevista y sin disimular la emoción en mi rostro le agradezco riéndome nerviosamente.

—Perdón es la emoción —me disculpo mientras niegan con la cabeza.

—Se entiende Samantha —dice al levantarse de su asiento mientras nosotras dos nos levantamos para despedirlo.

—Tengan un buen día y éxito en tu penúltimo día de práctica —se despide dándonos un apretón de mano abandonando la sala de consulta.

—Felicidades Samantha y ahora a terminar estos dos días como se debe —dice Hernández mientras salimos de la sala hacia otra sala de consulta encontrándonos en el lugar de espera a diez personas visualizo el lugar, pero no me encuentro a la Señora Bárbara.

<<Solo espero que donde este se encuentre bien>> comenzando con mi primer paciente empiezo mi penúltimo día de residencia junto con la supervisora Hernández.

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Siete pacientes ya atendidos los primeros vinieron por primera vez a tomar psicoterapia me fue bien fueron personas que estaban dispuestas a mejorar sus circunstancias y la terapia fue amena para ellos a pesar de los problemas que están pasando.

Terminando de comer el pollo frito con ensalada botó el recipiente a la basura y bebiendo de mi botella de agua saco mi celular para contestarle un mensaje que me envió Mateo hace unos minutos. Me encamino a seguir con mi trabajo, pero al llegar al pasillo me encuentro sorpresivamente con una de mis estudiantes de baile corriendo junto con un hombre de cabello largo que van detrás de paramédicos que llevan a una mujer rubia que se encuentra inconsciente hacia el área de emergencias.

TulipanesWhere stories live. Discover now