Tulipanes

Extra III: Es un hasta luego

Klaus Meyer Torres

—Nos iremos esta semana Lennon —le suelto la noticia a mi primo sin anestesia. En donde lo veo por la video llamada tomar una respiración profunda.

—Es por el bien de tía Karen así que los acompañaré al aeropuerto ese día y no te atrevas a negarte —dice con firmeza sin permitirme objeción.

Estoy de acuerdo ese sujeto continúa acosando a mi madre a pesar de haber puesto cámaras de seguridad en la casa y denunciarlo con la policía. Que mis tíos están al tanto, pero no es justo mi mamá no vive en paz desde que ese acosador de dudosa procedencia llegó y yo vivo en tensión por miedo a que mamá le ocurra algo.

Mis tíos están pendientes de que no nos pase nada, pero esto no es vida y mi madre y yo no queremos ser una carga para quienes nos rodean.

Con el dinero que hemos reunido nos iremos hacia Miami. Tener una nueva oportunidad en que podré asegurar que mamá este tranquila. Pueda lograr ser alguien y darnos una mejor calidad de vida que la que tenemos en este barrio.

Sin acosadores y una nueva oportunidad para crecer en el mundo de la fotografía un pasatiempo que se ha vuelto una meta, pero...

Acaricio la foto que tomaron de Liz el día de la feria científica en la escuela la chica problemática de rizos azabaches indomables y ojos color miel que me cautivó desde la primera vez que la vi.

Desde dos años llevo estos sentimientos por ella y mi mejor amigo que es su mellizo me detesta por ello al enterarse hace unos meses. Nos conocemos desde que tengo diez años y ya han pasado seis años.

Seis años llenos de rivalidad y para verla tome de excusa las veces que su mama practicaba yoga en su casa.

Tiempo atrás
Klaus

—Hola niña problemática —digo dándole un beso en su mejilla tomándola por desprevenida.

Sonrió entre dientes esperando que no se dé cuenta que lo hago porque me gusta.

—Idiota —dice limpiándose su mejilla y empujándome hacia su lado. Observó a mi mejor amigo que me observa seriamente. Cambia su expresión a una más amable al ver que su mama me saluda y me invita a practicar yoga junto con ellos.

Tomo asiento empezando la clase mientras escucho como Liz sisea hacia mí mientras que río entre dientes.

Sacarla de sus casillas es mi pasatiempo favorito.

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Dos años atrás

Klaus de 14 años de edad

—Finalistas de la feria científica son Liz Bonafoux y Klaus Meyer —anunció por el micrófono nuestra maestra de ciencias y encargada de la feria anual.

Empieza a explicar nuestros inventos para crear luz de manera renovable mientras los jueces y demás estudiantes que están en el salón junto a mi archienemiga y crush esto último ella no lo sabe.

Kenneth mi mejor amigo y mellizo de Liz me mataría por fijarme en su melliza. Más con la mala fama de mujeriego que me han dado y en que yo debo admitir me hice parte hace meses al romper una amistad ya que estuve con ambas chicas a la vez. Pero nunca les prometí algo serio así que no siento tanta culpa por ello, pero por Liz quiero cambiar y dejar de ser así. Pero la vida es una vengativa que me hizo querer a la chica que no me soporta y me saca canas con sus actitud competitiva, altanera e irritante, pero que irónicamente me atrae más de ella y disfruto en secreto seguirle la corriente.

Salgo de mis pensamientos y río con alegría al ver que por primera vez alguien le gana en una competencia a Liz.

Ese alguien soy yo. Mientras disfruto pasear con la medalla que me dio la maestra Rodríguez frente a una Liz con el ceño fruncido e insultándome entre dientes por su lado mientras amarra esos rizos rebeldes en un moño al pasar cerca de ella y sentir unos flashes del fotógrafo estudiantil que me aseguraré de pedir la foto más tarde.