Capítulo Dieciocho: Entre la verdad y la mentira

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Samantha Lebrant

Luego de haber sepultado a mamá y haberme quedado una hora más junto a mi padre que estuvo al lado de su tumba hablándole mientras lloraba como un niño. Es la primera vez que veo a este hombre que siempre ha sido una persona fría y calculadora. Derrumbarse frente a la tumba de su esposa y desahogarse como nunca lo había visto antes. Mientras que me quede cerca viendo a mi papá el hombre inquebrantable, rompiéndose por primera vez.

Ahora estamos en su Jet privado de camino a Puerto Rico en donde me toca vivir esta realidad.

No volver a ver a mi madre, no cenar junto a ella y contarnos nuestro día, no tener conversación frente al jardín de tulipanes. Tampoco levantarme todas las mañanas y recibir unos buenos días de su parte junto a una taza de café que a pesar de no saber hacerlo ella madrugaba para realizarlo para mí antes de que me fuera a la universidad. Nunca más pasar los días con ella mientras que nuestra relación de madre e hija mejoraba día tras día.

Todo fue efímero, pero el dolor se quedará eternamente conmigo.

Todas las personas y especialmente Mateo junto con su madre deben pagar y no estaré tranquila hasta que eso suceda. Sé que luego del accidente mi padre utilizó sus contactos para que empezaran a buscar a Mateo y no le será posible salir del país ya que la policía sabe sobre sus crímenes y que se escapó de Chicago hacia Puerto Rico para que no lo encontraran.

Así que yo misma buscaré los medios que me ayude a encontrarlo más rápido. Pero debo pensar todo fríamente y no con esta rabia.

—Samantha —escuchó decir a Clara sacándome de mis pensamientos sentándose a mi lado.

—Clara —digo mientras recuesto mi cabeza en su hombro y ella me deja.

—Siempre estaré aquí Sam para lo que me necesites llámame —la escucho susurrarme mientras solo siento tristeza y no me quedan más lágrimas para llorar.

—Yo pensé que me estarías culpando por lo que le pasó a tu hermano —le confieso porque al enterarse de que Geralt también resultó herido pensé que me culparía.

Me mira con el ceño fruncido mientras me hace mirarla.

—Tú no tienes la culpa de nada Sam —dice con firmeza mientras pone un dedo en mi frente—. Que te entre en esta linda cabeza Sam los únicos culpables son Mateo esa basura que nos engañó a todos fingiendo ser alguien que no era.

—Lo peor es que nunca vi señales de que fuera una persona tóxica o un psicópata —digo ahora frustrada porque todo era normal entre nosotros.

—No tenías manera de saberlo el literalmente fingió ser otro —me habla mientras que escuchamos que falta media hora para llegar a Puerto Rico.

—Lo sé —susurro sé que me dijo que estará para mí, pero lo mejor será que me aleje no la involucrare en esta búsqueda de mi ex psicópata y su madre monstruo.

La dejó que me hable de otras cosas que no tienen nada que ver con el luto que estoy empezando a vivir mientras que escucho a Clara contándome chistes tratando de hacerme reír sobre el cómo nos conocimos y cómo el trabajo en grupo que nos tocó hacerlo todo nosotras sin ayuda de los demás. Al decirle a la profesora que los demás no hicieron nada no los ganamos de enemigos haciéndome reír suavemente.

—Insuperable ese momento y desde ese entonces somos unidas —comenta Clara luego de calmar su risa.

—Tienes razón y desde hace un año tenemos esta amistad —habló bostezando haciendo que me acomode mejor a su lado sintiéndome somnolienta.

—Duerme yo te avisaré cuando aterricemos Sam —me dice en voz baja mientras asiento y cierro los ojos mientras que antes de dormirme escucho murmullos de mi Nana y Clara hasta caer en los brazos de Morfeo.

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