Capítulo Veintidos: Caída

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26 de junio del 2014

Samantha Lebrant D'Angelo

—Mamá me gustaría que estuvieras aquí —susurro al ver la última foto que tuve con ella donde ambas aparecemos sonriendo mientras que tiene mi birrete puesto.

Dos semanas de haberla perdido y en que Mateo desapareció tan siquiera la policía tiene rastro de él.

Una semana en donde mi papá se ha vuelto aún más frío y parece que la promesa que me hizo de estar para mí solo fue por el momento vulnerable que tuvo al perder a mamá. Unos días de haber puesto a mi vigilante de mi lado.

Hoy será su homenaje algo que Barriega tuvo en cuenta y me informó de ello.

Mi nana y Clara que a pesar de que la he alejado de mi me ha seguido llamando y estando pendiente algo que me ha demostrado que en verdad valora esta amistad y me siento como una amiga de mierda por apartarla de mí. Pero siento que esta situación me está desquiciando y necesito mantenerme estable para lograr encontrarlo.

—Señorita Lebrant la senora Nani la espera para almorzar —escucho atreves de la puerta a Alonso. Terminó de colocarme el vestido negro con mi chaqueta de mahón.

—En un momento voy —contestó mientras salgo del cuarto encontrándome con Lennon con un traje completamente negro y su corbata blanca con su porte de guardaespaldas al estar con los brazos cruzados al frente.

—Comeré y luego iremos a la academia —le digo mientras que llegamos a la cocina y me encuentro que papá está en el comedor esperándome vestido también en un traje negro, pero sin corbata.

—Desayunemos juntos Sam —me dice mientras que tomo el plato que mi Nana me sirve al verme mientras que Alonso se disculpa y va hacia la cocina.

Me siento al lado de mi padre y desayunamos en un silencio cómodo parece que ambos estamos en nuestros propios dilemas. El homenaje de mamá hablará sobre lo que logro hacer y el cómo hoy en día muchas personas tienen acceso para prepararse como guardaespaldas algo que es muy caro, pero que mamá fundó la academia para personas de bajos recursos y con ayudas de becas logro lo que siempre quiso.

Papá esta serio mientras que seguimos comiendo y de un instante a otro toma mi mano en un leve apretón haciendo que le preste atención.

—Samantha yo —empieza y parece que trata de pensar bien sus próximas palabras al conectar nuestras miradas azuladas —. En la próxima semana deberé volver a California.

La noticia me cae como una bomba, pero por supuesto el no dejaría su trabajo de lado, aunque se caiga el mundo.

—Está bien papa debes volver a tu vida que nada te detenga ni tan si quiera la muerte de tu esposa —mencionó fríamente porque debí suponer que al haber contratado a Alonso era para poder irse tranquilo.

—Sam todos lidiamos con el dolor de diferentes maneras. Yo necesito alejarme un poco de aquí para poder...

—Siempre has estado alejado antes y después de la muerte de mamá así que yo estaré bien papa tengo a mi nana conmigo a Geralt y ahora mi guardaespaldas Alonso.

Le sonrió mientras me levanto del asiento no quiero escucharlo más y solo quiero llegar al homenaje. Después distraerme de todo olvidar por un momento el cómo de tener metas para empezar como psicóloga y seguir fortaleciendo la relación con mamá a no tener nada...

Sin mi madre.

Sin mi carrera soñada.

Sin poder volver a bailar y darle clases a mis chicas poderosas.

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