Capítulo Veintiuno: Cambios

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25 de junio de 2014

Lennon Alonso

—¿Cómo te ha ido Lennon? ¿La muchacha que cuidas te trata bien? —me pregunta mi madre al teléfono mientras que me preparo para estar con la señorita Lebrant alias la escapista.

—Mamá está tratándome bien, pero ella está pasando por el luto de su mamá —digo en voz baja, aunque me hayan dicho que las paredes son insonoras no me confío.

—Dios, pobre chica —contesta mamá sorprendida porque no se esperaba algo así.

—Hay días que está bien y otros pues que no —no le doy más detalles por respeto a la señorita y no me corresponde a mi hablar más sobre el tema.

—Pues ten paciencia con ella Lennon y que te vaya bien en tu trabajo. Espero que puedas venir porque en cualquier momento Klaus y mi hermana se irán.

Karen en realidad es su media hermana por parte de su padre (mamá es la mayor por dos años tiene treinta y ocho años cuando mi abuelo engañó a mi abuela que en paz descansé con una ex amiga ahí se enteraron de que tuvo a Karen). Entre ellas dos nunca hubo rencores y al pasar su adolescencia juntas surgió esa hermandad, pero años después ella se fue a vivir Alemania y perdieron el contacto hasta que un día tía Karen llegó de nuevo a Puerto Rico embarazada de Klaus pidiendo refugio y solo sé que la situación que la hizo volver solo lo saben mi madre y ella. Puede que Klaus ya lo sepa, pero nunca ha hablado de ello.

También puede ser la razón del que se quieran ir de Puerto Rico.

Me despido de mi madre prometiéndole que cuando pueda la visitaré mientras salgo del cuarto de huésped de la mansión de los Lebrant.

Desde que empecé a trabajar hace una semana solo he visto dos veces al señor Lebrant. El primer día al contratarme y hace dos días donde se escuchaba una discusión entre él y su hija sobre el homenaje que le harán a Samara en la academia.

Homenaje que será mañana.

—Buenos días Alonso —me saluda la señorita Lebrant bebiendo una taza de café mientras que tiene un vestido amarillo y sus rizos los tiene recogidos en un moño desordenado que la hace ver encantadora.

<<Que te importa el cómo se vea es una mujer que desde el primer día te está dando dolor de cabeza>>

—Buenos días señorita Lebrant —contestó empezando a desayunar mientras que su Nana le sirve a ella junto a un jugo de frutas.

Estos días ha estado tranquila y por las noches antes de irme a dormir me quedo velando el pasillo y no ha salido de su cuarto o de su ventana que al verla ese día me sorprendió la habilidad que tuvo al bajar con sigilo mientras me divertía al observarla hacer su hazaña.

—¿Porque sonríes? —me pregunta Samantha mientras me observa con una ceja arqueada.

—Solo pensaba en que no has vuelto a escapar.

Bufa riendo suavemente dejando su bebida de lado.

—Puede que no lo vuelva hacer, pero las cosas cambiarán Alonso —menciona mientras que me avisa la hora del homenaje y que luego se reunirá conmigo.

—Bien estaré listo señorita Lebrant —respondo luego que terminamos de desayunar y ella ayuda a su Nana a recoger. Me voy a supervisar alrededor de la casa encontrándome a quien me presentaron como Geralt en el garaje terminando de chequear uno de los autos.

—Buenos días Lennon —me saluda Geralt al notarme.

—Buenos días Geralt.

—¿Qué haces por aquí no deberías estar con la niña Samantha? —me pregunta y parece que todos le tienen apreció a la señorita Lebrant mientras que a mí solo me ha dado dolores de cabeza desde que vivo con ella.

TulipanesWhere stories live. Discover now