Capítulo Diecisiete: Graduación II

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11 de junio de 2014

Lennon Alonso

Terminó el entrenamiento con una inclinación hacia mi último estudiante al finalizar de practicar jiu-jitsu mientras que me despido de ellos y me encamino hacia la oficina de Barriega para informarle los avances del grupo. Definitivamente Brenda tenía razón, dos trabajos estaban haciendo añicos conmigo y ahora estando sin trabajar en la cafetería y solo como entrenador he podido estar menos cansado.

Llegó donde Barriega que lo encuentro apretando el teléfono en sus manos con el semblante alterado. Me acerco preocupado porque es la primera vez que lo veo así a pesar de las situaciones o problemas con estudiantes que ha habido nunca lo había visto en este estado.

—¿Qué sucedió Barriega? —preguntó haciendo que de un respingón en su asiento notando que llegue.

—Lennon, Samara D'Angelo mi amiga y fundadora de la academia murió y no se sabe lo que va a ocurrir con el lugar —me contesta en voz baja dejando el teléfono en su lugar y recostando su espalda en su silla giratoria.

—Mierda, pero ¿de qué murió? —preguntó porque había escuchado de la dueña quien puso a Barriega como entrenador y supervisor mientras ella lo ayudaba administrar el lugar desde la distancia.

—Por lo que me dijo su esposo ella iba en su auto y parece que la confundieron con alguien más y le dispararon llegando a morir en el hospital —me habla mientras se levanta de su asiento y va a la caja fuerte abriéndola saca todos los documentos mientras que me pasa cuatro papeles.

—Necesito leer bien estos documentos para saber si hay una cláusula que asegure esté lugar y no nos quieran quitar la academia o que su esposo no tenga la posibilidad de venderlo. Ella no luchó por obtener este lugar como para que se lo quiten —menciona empezando a leer todo mientras lo ayudo porque ya estoy preocupado por esto. Ya entrené y soy guardaespaldas oficialmente, pero los demás están empezando. Todos están motivados y con la esperanza de que tendrán algo seguro.

Entre los dos empezamos a leer todos los documentos, las letras pequeñas y llamar al abogado encargado de los asuntos legales de la academia. Que ya está informado de lo sucedido y que años atrás la señora D'Angelo dejó heredado el lugar a un familiar y nos habla que no puede revelar quién es la persona hasta que haya leído el testamento a su familia.

Al colgar la llamada veo un poco más tranquilo a Barriega, pero no completamente.

—Esto se queda entre nosotros Lennon, nadie de la academia lo puede saber hasta que estemos seguros que no vayan a venderlo o hacerle algo a este lugar —me dice en voz baja mientras guardamos los documentos y los lleva a la caja fuerte.

—Lo sé Barriga, pero esperemos que la academia siga igual.

—Eso espero y Jared el viudo me comentó sobre que me iba avisar si su hija va a necesitar un guardaespaldas luego que pasará el entierro —me comenta y resoplo quiero trabajar de guardaespaldas no de niñero de hijas ajenas.

—Estaba pensando en ti porque has demostrado que estás listo para esto Lennon —me interrumpe ya que le iba a decir que no quisiera hacer de niñero. Sé que podría, pero solo cuidaría niños de mi familia o de mis amigos, no los ajenos.

—No seré niñero de una niña Barriega me niego —mencionó haciéndolo reír a carcajadas mientras niega con la cabeza.

—Porque te ríes hablo enserio —digo seriamente mientras que aún se sigue riendo de mí.

—Créeme no serás niñero —habla mientras que con "sutileza" me despide de su oficina. Luego de recoger todos los documentos.

—Te llamaré Lennon cuando sepa algo y sobre el puesto de guardaespaldas.

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