Capítulo 20

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Los días transcurrieron rápidos y mucho más normales de lo que hubiera esperado.

Segundos después de salir del edificio, mis amigos salieron detrás de mí. Me sentía tan avergonzada de mí misma que lo único que pude hacer fue correr hacia el auto de Mei. Yo solo quería volver a casa y llamar a mamá, así que eso hice. Aunque no le conté lo que había pasado, me sentía contenida simplemente hablando con ella.

En las próximas semanas, no volví a ver a Alan. Para mi suerte. No se había vuelto a presentar en clases. No había llamado, ni había enviado ningún mensaje, ni se había aparecido en el balcón de mi habitación. No lo había vuelto a encontrar casualmente en el hospital. La última vez que fui, pasé por la habitación de Ellie, pero ella ya no estaba ahí. Luego de eso no había regresado porque la madre de Valeria ya había vuelto a casa, aún estaba adolorida pero, fuera de eso, parecía estar bastante bien.

Al pasar los días, me di cuenta que, a pesar de que intentaba olvidar y superar a Alan, sus palabras aún seguían apuñalando mi cabeza: pequeñas dagas dispuestas a asesinar el lado de mí que aún creía en él.

Me encontré a mí misma esperando verlo en cada clase, porque un lado de mí quería que él volviera. Quería que él regresara y se disculpara, y dijera que no quiso decir todo lo que dijo, y que solo estaba fingiendo. Porque no tenía sentido. Mientras más lo pensaba, menos sentido le encontraba a aquella situación. Fue como encontrarme al hermano gemelo malvado de Alan, porque él no era así.

Él mintió en algún momento, estoy segura de eso, pero ¿cuándo? ¿Mintió aquella noche en el hotel? ¿O mintió todos esos días que pasamos juntos? Pensé, entonces, lo sencillo que es para algunas personas engañar al mundo. A pesar de todo, él no regresó.

Luego de todo lo que había pasado en aquel hotel, esperé que mis amigos me atacaran con preguntas, pero eso nunca pasó, afortunadamente. Aunque yo sabía que Valeria hablaría conmigo en algún momento.

Un viernes, tres semanas después de lo ocurrido, ese momento había llegado. Volvíamos de clases en el auto de Val, todo estaba en completo silencio, así había estado durante los últimos días. Yo estaba mirando por la ventanilla, escuchando música en volumen bajo y con un solo auricular puesto. Cuando ella se aclaró la garganta, la miré.

—De acuerdo —empezó ella con cuidado, como si yo fuera a explotar en cualquier momento —Tengo algunas preguntas.

—Si es sobre Alan, no quiero escuchar —me adelanté.

— ¡Oh, vamos! Soy tu mejor amiga, las mejores amigas se cuentan todo —intentó convencerme mirándome de reojo y haciendo puchero como una niña pequeña.

Suspiré y sonreí ligeramente —De acuerdo.

Ella sonrió y se removió en su asiento — ¿Te besó?

Cuando no respondí ella me miró. Hice mi mejor cara de "¿En serio?" De todas las preguntas que podría haber hecho, ¿por qué esa? Pero ella no parecía dispuesta a cambiar la pregunta.

Rodé los ojos y murmuré —Sí. ¡Y no voy a decir más! —Agregué antes de que pidiera detalles—Como lo escuchaste, no significó nada.

Ella se mantuvo en silencio mientras doblábamos hacia su calle.

—No pensé que él fuera así —dijo de repente, un comentario a nadie en específico.

—Tampoco yo —dije en voz baja y me removí en mi asiento.

—Quiero decir, sabía que él tenía fama de mujeriego y todo eso, pero ¿Jenn? ¿En serio?

Fruncí el seño — ¿De qué hablas? Creí que ella era su "distracción"

DispárameWhere stories live. Discover now