Capítulo 23

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—Creí que habías dicho que regresaba en la noche —dije mientras me apresuraba por guardar la carpeta de nuevo en su lugar.

—¡Así era! —exclamó Valeria mientras miraba hacia todos lados buscando algún lugar donde esconderse.

Los pasos se escucharon más fuertes a medida que se acercaba, caminé rápidamente hacia Valeria y tomé su mano mientras me agachaba detrás del escritorio. La puerta chirrió al abrirse, seguido de unos pesados pasos hacia adentro, rogué en mi mente que no se acercara demasiado o estaríamos perdidas.

Los pasos se detuvieron. Empecé a asomarme por el borde del escritorio cuando Valeria me apretó fuertemente la mano, señal de que no estaba de acuerdo en lo que pensaba hacer. La ignoré y me asomé lentamente, Jason se había detenido frente al armario que yo había estado revisando y abrió uno de los primeros cajones.

El fuerte sonido del timbre de un celular me hizo saltar y esconderme rápidamente de nuevo. El celular que sonaba no era mío, ni de Valeria, lo que significaba que era de Jason. Al segundo timbrazo, él atendió.

—Hola —dijo serio. Una pausa, solo se escuchaba el suave susurro de alguien al otro lado de la línea, y luego habló de nuevo —. Sí, lo tengo —Volví a asomarme cuando escuché que Jason cerró bruscamente el cajón que había estado revisando, al instante abrió el tercer cajón y sacó la carpeta negra cerrando el cajón luego. Maldije mentalmente, iba a llevarse la carpeta de los papeles con mi nombre —Lo sé. Tengo más información de la que esperas... —la voz de Jason empezó a escucharse más lejana cuando comenzó a caminar hacia la salida, y luego se detuvo —Espera... —volteó y me agaché tan rápido como pude, esperando haber sido más rápida que sus ojos —... creo que alguien estuvo aquí... la puerta estaba abierta —los pasos de Jason volvieron a escucharse mientras recorría la habitación a paso lento, Valeria volvió a apretarme la mano tan fuerte que tuve que morder mi lengua para no quejarme en voz alta. Mi corazón palpitaba con fuerza contra mis costillas, y ya me estaba preparando para el momento en que él rodeara el escritorio y nos encontrara cuando sus pasos volvieron a detenerse —De acuerdo... tienes razón, voy para allá.

Dejé escapar el suspiro que estaba conteniendo cuando la puerta de la habitación se cerró ruidosamente.

***

—No puedo creer que no encontráramos nada —dijo Valeria mientras salíamos de la habitación.

—¿En serio? ¡Yo no puedo creer que casi nos descubriera! —exclamé medio reprochándole —. Seguramente sospecha que fuimos nosotras.

—Claro que no —dijo Val despreocupadamente mientras empezaba a caminar hacia su habitación, la seguí —. Seguramente piensa que fue mi madre que entró a limpiar o alguna de esas cosas que ella hace.

—Si claro, pero cuando le pregunte y ella diga que no, pensará inmediatamente en nosotras.

—No lo hará, él... —se interrumpió tomando el picaporte de su puerta —de acuerdo, tal vez tengas razón —entramos y me senté pesadamente en su cama —¿En serio no encontraste nada?

Pensé en los papeles con mi nombre, eso era algo, algo importante que mi cabeza aún no terminaba de entender completamente. Jason tenía papeles con información mía y de muchas otras personas, ese pensamiento me aterraba. No encontraba ni una buena razón por la que el novio de la madre de mi mejor amiga tuviera papeles con información sobre mí. La teoría de que Jason podría haber tenido algo que ver con mis atentados tomaba más fuerza a medida que lo pensaba, y de repente ya no quería quedarme mucho más tiempo aquí.

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