Luna: Sesiones Para El Alma

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Sol y yo recorrimos Solaria, los primeros días fueron por términos de negocios. Él me presentó las empresas en la que podría vender mi acero. Algunas me gustaron, pero decidí quedarme con la empresa de la familia Calore. No me gusta el negocio de las armas, se gana más, lo admito; pero lo mejor en este tipo de casos es, mejor mantener un perfil bajo cuando eres de un reino extranjero y bastante lejano. Además, que el reino oscuro prohíbe el uso y fabricación de armas sin previa autorización por parte del estado.

 En caso que un reino se vea enfrentado por otro, el reino en cuestión podrá armarse ya sea por la compra de armas o fabricándolas. Esa ley me benefició cuando estaba en guerra para adquirir mi reino, ahora no. Solo puedo fabricar armas para mi defensa, y eso es un número bastante menor. Mi padre me enseñó bastante sobre este tema cuando me educaba en el arte de la guerra, él decía que incluso en los momentos más tensos, es mejor cumplir ciertas reglas para mantener bien parado el reino.

 El tío de la señorita Miranda, el señor Mario Calore. Me ofreció un buen trato, él buscaría el hierro en su estado puro, él se encargaría de transformarlo y transportarlo. Él invertiría en el mejoramiento de la mina, de las condiciones de los empleados, de la mano experimentada de sus ingenieros; sin embargo, no todo puede ser perfecto. Él me pide que le diera el cincuenta y un por ciento de las acciones de la mina. Él dijo que invertiría bastante dinero y necesitaba seguridad de que iba a recuperar su inversión. Entiendo esa parte, pero también entiendo que perder el cincuenta y un por ciento de un bien tan preciado no es algo que se toma a la ligera.

 El señor Calore y yo acordamos que me tomaría un mes y medio para pensar sobre la propuesta, que le encantaría visitar la mina para examinar bien el terreno. Yo le dije que me parecía excelente, que podría visitarlo en el mes que se cumpla mi decisión. Lo que me preocupa es como lo vaya a tomar Arem, él es bastante receloso con esa mina; y no lo culpo, yo también lo soy. Pero estoy de acuerdo que necesito que El Páramo genere más ingresos, las deudas están creciendo, el hambre está creciendo y el invierno no perdona a nadie. Necesito un milagro, uno bastante bueno.

 Sol después de haber terminado los asuntos oficiales, me saca a pasear, me enseña la capital. Es un reino bastante hermoso, con sus calles llenas de lujo y extravagancia. Él me propone que vayamos juntos a la coronación de su hermana Lina. Ella me había invitado, de hecho, al terminar mi estadía en Solaria, me iré a su coronación. Ella es otra a la que necesito tener de mi lado, supongo que por su aproximación con Tristan, él la habría puesto en mi contra. Necesito tener una relación cordial, tampoco seremos mejores amigas; no porque no sea imposible, pero tampoco voy a ser hipócrita al pretender que mis intenciones son desinteresadas.

 Taurus me podría ayudar con Lina, sé que ellos tienen una mejor relación de la que Sol tiene con ella. Me encamino hacia su oficina en el castillo central. Él podría serme útil en ciertas cosas. Sé que no tiene un bloqueo en su mente como lo tiene Sol; me sorprende que su familia no lo haya protegido de esa forma. Llego a su oficina, les ordeno a mis guardias que me esperen afuera mientras con hablo con el señor Godness.

—Me sorprende que quieras hablar conmigo —Taurus me invita a sentarme. Su oficina es modesta, no es tan grande. Tiene lo necesario, un librero con libros militares y legales, nada de literatura. Posee un escritorio amplio lleno de papeles y un organizador. Tiene en una pared el mapa de Solaria con alfileres rojos en ciertas localidades.

—Quiero información y tú eres la persona más idónea —lo miro fijo. Dicen que Sol es el que se parece más a su padre, pero yo creo que es Taurus. Sus facciones marcadas, pero suavizadas por su madre. Sus ojos es lo que cambia, él tiene los ojos verdes de su madre. su mandíbula pronunciada. Taurus es un hombre bastante atractivo, puede tener a todas las mujeres que desee; es guapo, de buena familia y un buen trabajo. En conclusión, un buen partido.

El Ascenso De Un Imperio [III libro de la saga Dioses Universales]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora