Miranda: Alianzas Inesperadas.

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La reina Luna me había prometido que, si le filtraba información sobre las empresas mineras de Solaria, ella me ayudaría a encerrar a Bon Káiser. Sin embargo, en estos últimos casi cuatro meses, no he obtenido ninguna prueba en su contra. Quise descubrir los múltiples fraudes fiscales que ha cometido, pero para hacerlo, tengo que trabajar en su empresa; casi ser su mano derecha para al menos sacarle un trapo sucio. Esa idea quedó descartada. Investigar a sus otras víctimas es un caso perdido, algunas fueron sobornadas y no hablarán, otras solo quieren seguir adelante olvidando ese horrible episodio y otras simplemente no quieren tener problemas.

 ¿Cómo obtienes justicia si estás yendo justo a una de las personas más poderosas del reino solo por detrás del rey? Necesitas combatir poder con poder y eso es justo lo que no poseo. Terminé la universidad con las mejores calificaciones, incluso ingresé al cuadro de honor; fui la única mujer en conseguirlo. Mis compañeros hombres, estaban disgustados que los hubiese superado, pero no es mi culpa su falta de inteligencia.

 Mi tío Mario me ofreció trabajar en su empresa de minería y construcción. Estoy trabajando con mi primo Alistair en el área de administración. Ambos nos dividimos las tareas que nos asignan. Decidí vivir con ellos después de mi graduación, no quiero volver a la finca de mis padres. Solo he tenido comunicación con mi madre, ella sabe cuál es mi posición sobre el tema y no me presiona en lo absoluto para que vuelva; ella me visita de vez en cuando a la mansión de mis tíos.

 Me encuentro derrotada, no quiero seguir adelante, me niego a salir adelante mientras que ese infeliz siga libre y sin una pizca de remordimiento. Me quedo observando las flores del balcón de la residencia mientras que mastico una manzana.

—Miranda —mi tío me llama desde la parte de abajo del jardín. Me alejo del balcón y bajo por las escaleras para encontrarme con mi tío, él me pide que los siga a su oficina. Él abre la puerta con una llave y me invita a entrar.

—¿Estoy en problemas? —pregunto indiferente.

—Para nada, tú no das problemas —Él responde riéndose. Mi tío es el hermano menor de mi padre, mi tío es un poco más moreno que mi padre. Su cabellera castaña, su mentón cubierto de una gruesa barba igual de castaña, ojos claros, pero con una mirada un poco más ruda.

—¿Y puedo preguntar la razón por la cual estoy aquí? —él me indica que me siente, él se sienta detrás de su escritorio.

—Como sabrás, estamos a punto de concretar el negocio con la prima del rey —él se recuesta en su silla—. Es una buena oportunidad de crecimiento para nosotros y necesito a alguien que se encargue desde allá, que supervise y sobre todo que me informe de todo.

—¿Y quieres que yo sea esa persona? —cuestiono alzando una ceja.

—No, te necesito aquí —suspiro aliviada—. Esa persona ya la tengo en mente. Sin embargo, aún no podemos cantar victoria hasta que la reina nos dé luz verde para avanzar.

—Comprendo —asiento afirmativa.

—Tú me preocupas —él dice preocupado, mientras que yo me asombro—. Mi hermano te envió al templo de la diosa Venus por tu ataque, sin embargo, creo que no te ayudó lo suficiente.

—¿Si crees que la diosa toca tu mente y te borra el dolor? Déjame decirte que no conoces muy bien el trabajo de los dioses —le recrimino.

—¿Y qué es lo que quieres exactamente? —él pregunta acercándose hacia el escritorio.

—Quiero venganza —declaro enojada.

—Pensaba que la justicia era más adecuada —él declara firme.

—Ese desgraciado nunca le caerá la justicia, en cambio la venganza es lo más apropiado para ese tipo de escoria —lo miro sombría.

—Comprendo —él se agacha para buscar algo en un cajón. Saca una carpeta con varios papeles—. Léelo.

El Ascenso De Un Imperio [III libro de la saga Dioses Universales]Where stories live. Discover now