Capítulo 24

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La semana continuaba con normalidad, y como acordaron, ese fin de semana no se vieron para estudiar cada quien, por su cuenta, y recuperar el tiempo que perdieron al no ir a clases.

Sofía estaba esquiva con Jorge esos días y a pasear de que este trato de hacer las paces, fue como si Sofía retrocediera en el tiempo a cuando eran amigos. Ella seguía siendo cariñosa y graciosa, pero ya no quería tener algún acto de complicidad con su novio, como tomarse de la mano o besarlo, algo que ya estaba endureciendo a Jorge.

— Sofía, ¿hasta cuándo seguirás con el berrinche?

— No hago ningún berrinche, es solo que trato de mantener a un lado las distracciones para estudiar.

— A eso es lo me refiero. Ya te pedí perdón, no sé qué más quieres que haga... de verdad lamento lo que te dije, nunca he pensado que seas una pervertida y me encanta como eres, pero odio tus actitudes de niña mimada.

— Pues, yo odio tu obsesión con el estudio. Caes del trono una vez y yo tengo que soportar tu malhumor durante toda la semana. Solo trataba de levantar tu ánimo, pero lo único que gané fue que me culparas.

— Es que acaso, ¿ya no quieres que nos veamos? — Jorge lanza una amenaza absurda al estar fastidiado, a lo que Sofía no le sigue el juego.

— Lo que pasó con nosotros para mí fue muy importante. Darte mi amor de la manera más íntima posible, pero siento que, para ti, todo esto eran distracciones...

Jorge mira el cielo, frota sus ojos y suspira ya sin paciencia.

— Para mi igual lo es y siempre lo será, pero ya llevo una semana diciendo que me equivoqué. Pero si en verdad te sientes tan enojada y mi presencia te molesta, te daré tu espacio.

Sofía mira para otro lado, era verdad que su enfado lo mantenía por bastante tiempo, pero no veía en Jorge un real arrepentimiento, solo fastidio para que ella actuara como si nada hubiera pasado.

— Es que no creo que entiendas. Ya que lo propones tanto, quizás es mejor no vernos.

Jorge no podía creer que Sofía prefiriera estar molesta a hacer las paces. Él solo deseaba que ella estuviera preocupada por el distanciamiento, pero nunca imaginó que ella lo aceptaría.

— Bien Sofía, como quieras... si quieres, tampoco te hablo.

— No seas ridículo.

— Ahora, ¿soy yo el ridículo?

— Solo quería arreglar las cosas contigo, quería que entendieras lo que me ha molestado y dolido de tu actitud. Me has hecho suponer que al estar conmigo de esa manera, fue la causa de nuestro fracaso y solo fue la falta de organización...

— Si sé que fue la falta de organización, pero también estaba un poco obsesionado con eso, por eso te pedí que nos tomáramos un tiempo, hasta calmarnos con ese tema.

— ¿Calmarnos con el tema?. Eres un completo idiota. El amor o hacerlo no es un tema, era parte de nosotros. Veo que pensamos muy distintos y el que actúa como un niño eres tú. Quédate mejor con tus estudios, que yo no te molestaré — Sofía estaba tan enojada, que se gira para marcharse, dejando solo a Jorge.

Esta era la primera vez que tenían una pelea de pareja y ninguno de los dos creyó que sería por algo como esto.

Sofía había llegado a su casa, arroja su bolso con violencia en la esquina de su habitación, para arrojarse sobre la cama, presionar una almohada y llorar sobre ella, mientras reflexionaba que, para ella, lo más importante era ser feliz con Jorge, pero ahora podía comprender que, para él, lo más importante siempre ha sido la carrera de economía, puesto que su noviazgo era solo un complemento dentro de sus logros.

Ya era domingo por la tarde, y ninguno de los dos se envió mensajes o se llamó. Sofía no quería llamarlo, pues creía que, de hacerlo, ella perdería la batalla y su orgullo, pero no quería seguir enojada con él, le extrañaba, así que tomó su celular y le escribió un mensaje donde pedía que hablaran. Inmediatamente, suena una llamada... era él.

— Jorge, solo quería hablar... — alcanza a decir Sofía, cuando es interrumpida.

— Veámonos, en el parque de la heladería, te estaré esperando.

No dijeron nada más y cortan la llamada. Esto dejo solo preocupación en Sofía, puesto que tenía miedo de que Jorge deseara terminar.

Cuando ella llegó al parque, Jorge la estaba esperando en el árbol que siempre los cobijó cuando confesaron sus sentimientos o cuando se besaron.

Sin resistirlo, Sofía comienza a llorar al verlo y corre para abrazarlo, olvidando su orgullo y enfado.

— Perdón... no quiero pelear contigo... te extraño

Jorge la abraza con fuerza y besaba su frente.

— No Sofía, soy yo el que debería disculparse. Tú tienes toda la razón... soy muy cabeza dura, este tiempo solo me hizo entender que estaba obsesionado con la carrera y podía hacer y decir cosas que no siento en realidad

— Es que pensaba que lo más importante para ti era la universidad, y yo solo soy una distracción...

— Siempre serás el objetivo en mi vida, el resto es secundario. Nunca he creído que tú estuvieses más obsesionada que yo, o ¿se te olvida que fui yo el que te pedía no ir a clases o que te quedaras conmigo por la noche?

— Y sí, era así, ¿por qué no me llamaste primero?

— Te llamé primero, tu mensaje lo leí después de cortar... — Jorge le eleva el rostro para poder besarla, luego de no poder hacerlo por una semana, lo que les hizo mantener un beso por un largo rato.

— Y entonces... ¿Es todo igual que antes? ¿Podemos volver a tu departamento? — pregunta Sofía.

— Podemos ir solo a estudiar o dormir, pero ya no lo podemos hacerlo ahí — Jorge se frota la nuca y sonríe de forma avergonzada.

— Y eso ¿por qué?

— Los vecinos reclamaron por el ruido, así que deberemos buscar otro lugar.

— Bueno, eso no importa, solo quiero estar contigo. Veamos una película ahora.

— Claro que no. Desde la semana pasada, solo he pensado en volver a hacerte el amor, y no dejaré pasar otro día más. — Jorge le presionaba con mayor fuerza su cintura.

— Parece que es otro el que está obsesionado — ríe Sofía.

Ambos se marcharon riendo, esperando que esta discusión les hiciera madurar en muchos sentidos, puesto que, también era una asignatura difícil el mantener la armonía una relación sentimental.

Mi único pecado, fue quererte.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora