Capítulo 55

730 70 0
                                    

Ya era viernes y la oficina se mantenía todo en calma, con su habitual rutina, hasta que Carlos llegó rápidamente al despacho de Sofía, irrumpiendo para hablar con su amiga de algo importante.

— ¿Tú sabías lo del compromiso?

Sofía lo mira sin entender lo que estaba hablando su amigo.

— ¿A qué te refieres con eso?... ¿Compromiso de quién?

— Tu padre acaba de romper nuestro compromiso. Me lo acaba de informar mi papá.

Sofía se levanta y hace una muestra de asombro

— ¿¿¿Qué???... no tenía idea.

— Bueno, eso ha pasado.

— Voy a ver qué ocurre, hablaré con él. — Se marcha y va en dirección al despacho de su padre. Cuando entra, estaba Jorge con él revisando algunos gráficos. — Padre, necesito hablar contigo, en privado.

— Jorge es de mi plena confianza, puedes decirme lo que quieras en frente de él. — responde Federico, mirando de forma severa a su hija.

— No Federico, yo me retiro, así pueden estar más cómodos. — interviene Jorge. Al salir, le da una sonrisa a Sofía.

— ¿Qué quieres? — pregunta Federico.

— ¿Por qué cortaste el compromiso con Carlos? ¿Por qué no me has dicho nada?

— Pensaba hacerlo más tarde. Encontré un mejor candidato para que guíe la compañía.

— ¿A qué te refieres con guiar la compañía? ¿Me comprometes con otro hombre? — pregunta asustada.

— Claro... con Iraná. Él tiene muchas capacidades, si es mi yerno, se mantendrá permanentemente con nosotros y llevará a la empresa a lo más alto, será un digno sucesor.

Sofía no escuchaba lo del compromiso con Jorge, solo escuchaba en su cabeza, que su padre le dejaría a él el cargo, y no a ella.

— Pero, tú me dejarías a mí a cargo. Siempre me has dicho que yo sería la que continuaría en tu puesto.

— Siempre pensé en dejarte la compañía, pero que la dirijas con un hombre que tenga potencial para el éxito, y no encontré a nadie digno, hasta ahora. lraná será el nuevo al mando, y tú como su mujer, lo apoyaras como ahora.

— ¿Nunca pensaste en dejarme el cargo?. ¿Solo viste en mí a una chica tonta, como para comprometerme con otro que tome tu lugar?

— No hagas un melodrama de esto, tú no eres capaz de tomar este puesto, nunca lo has sido. Como toda mujer, eres emocional, y aquí se necesita la fuerza de un hombre. Además, sé que sales con él, no entiendo cuál es tu problema con el compromiso... ¿Te das cuenta?, te comprometo con el hombre que quieres y aun así no estás conforme.

Sofía tenía los ojos llenos de lágrimas, pero trataba de no quebrarse delante de su padre, así que eleva la mirada y le ve de manera orgullosa.

— Papá... alguna vez en tu vida, ¿has pensado en mí y en lo que yo quiero?

— No vengas con sentimentalismos, se profesional.

Sofía le sonríe de manera triste.

— Me he pasado toda mi vida, tratando de conseguir tu aprobación, pero nunca lo logró, porque para ti nunca es suficiente, no importa lo que yo haga... y eso que te he hecho caso en todo. Estudié una carrera que no me gustaba y traté de ser la mejor, me alejaste del novio que tenía, porque no era bueno para ti, estoy trabajando en tu empresa para hacerte feliz.

— Ya basta Sofía...

— Papá, siempre te he querido, y a pesar de lo que me haces, no te guardo resentimiento, pero tú, alguna vez, ¿me quisiste, aunque sea solo un poco?

Federico tenía una actitud seria, y no miraba a Sofía.

— Mi decisión está tomada, te casas con Iraná y te quedas apoyándolo, o vete y trabajas en otro lugar, porque yo nunca... y te lo diré solo una vez, nunca te dejaré a cargo. Y sale ahora, ya me has puesto de mal humor, con tus lloriqueos de niñita.

Sofía se mordía el labio para comer sus lágrimas, y es que su padre nunca la ha visto como alguien capaz que merecía respeto, así que sale de la oficina. Mientras caminaba por el pasillo a su despacho, comienza a llorar de manera silenciosa y por cada paso que deba, sentía que se derrumbaba. Cuando está por llegar, ve que estaba Jorge y Carlos, hablando en la puerta de su oficina.

— Sofía, ¿Qué paso? — Jorge se acerca para abrazarla, pero Sofía lo empuja e ingresa al despacho.

Sofía solo lloraba. Jorge y Carlos la observan, pero no sabía que le estaba ocurriendo, se aproxima Carlos y ella lo abraza. Jorge se sentía mal que escogiera a Carlos en vez de a él para calmar su pena, cuando la vuelve a tocar, ella lo mira con resentimiento.

— ¿Acaso este era tu plan? Quedarte con la compañía, ¿todo lo hiciste para que mi padre confiara más en ti que en mí?

— No sé de lo que hablas. — Jorge estaba sorprendido ante aquella reacción.

— Mi padre quiere que me comprometiera contigo, con el propósito de que tú tomes su lugar, yo solo soy la conexión para que sean familia.

— Te aseguro Sofía, que no sabía que tu padre quería dejarme a cargo de la empresa, solo hablamos sobre el compromiso. Te aseguro que, de saberlo, no aceptaría la empresa. Sabes que ese nunca ha sido mi propósito.

— Y entonces, ¿por qué me decías desde mucho antes que mi padre nunca me dejaría a cargo? Tú siempre lo supiste, y por eso tienes secretos conmigo. Era para que yo no te detuviera...

— Claro que no Sofía. Jorge nunca te haría daño — interviene Carlos.

— Sofía... iré con tu padre a aclarar este asunto, yo no quiero ese cargo. — dice Jorge, dirigiéndose hacia la puerta.

— Espera Jorge, escuchen ambos — les detiene Carlos — Sofía, tu padre siempre ha sido un déspota y tú te vendas los ojos a la realidad. Jorge tiene razón, él nunca dejaría su compañía contigo. Jorge, te recomiendo no hablar nada de esto, deja que las cosas sigan como están, o te creerá débil por hacer caso a lo que Sofía quiere, y será peor...

Sofía respira profundo, estaba más calmada al escuchar a su amigo.

— Es solo que... odio esto, yo solo quería reconocimiento de su parte — Sofía presionaba los puños.

— Quizás ahora, solo deberías pensar en lo que es mejor para ti y dejar de vivir los sueños de tu padre — comenta Jorge, acercándose nuevamente.

— Es verdad, y opino que sería bueno que ustedes hablen ahora, a solas — Carlos se levanta y se sale del despacho.

Jorge se sienta ahora al lado de Sofía, y toma sus manos.

— Yo nunca te traicionaría de esa manera Sofía, para mí eres más importante que todo esto

— Perdóname Jorge, solo me desquite contigo por saber que mi padre prefiere a un desconocido, antes que a su única hija.

— Esto lo arreglaré, te lo aseguro. Acepta el compromiso y no escuches los que diga tu padre, ya que de él, solo salen retorcidas palabras.

Ella lo abraza nuevamente y Jorge le acariciaba la espalda. Para Sofía, ese día sentía como si su padre muriera para ella.

Mi único pecado, fue quererte.Where stories live. Discover now