capitulo tres

1.8K 93 1
                                    

"Nada es lo que parece"

- Hola cariño - saludó dejando su bolso en el sillón sentándose junto a su marido que miraba un partido en la televisión.

- ¿Cómo te ha ido en el trabajo? - preguntó sin despegar la vista del partido

- Normal. ¿Los niños?

- Ya los he acostado, pero tú sabes como son.

- Si... iré a verlos - le dejó un beso y se marchó a la habitación de sus hijos.

Aun tenia dándole vueltas en su cabeza la idea de ir unos minutos hacia aquel bar donde la fastidiosa de Santana López ganaba un dineral solo sirviendo tragos. Por supuesto que eso le parecía algo totalmente incoherente, ella misma servía café y la propina era un asco. Claro, por supuesto que no podemos comparar alcohol con café, mucho menos una asquerosa mañana con una alocada noche, pero de igual manera no podía ser posible.

Tras ver como las luces del dormitorio estaban apagadas y no se escuchaban los murmullos constantes de sus hijos decidió solo echarles un vistazo rápido, un beso en la cabeza de Emma y otro a Charlie.

- Mami... - susurró el último

- Duerme pequeño, ya es un poco tarde.

- ¿Puedes quedarte conmigo hasta que vuelva a dormirme? Emma me ha contado una historia y tengo miedo - Por supuesto pensó la morena, su hija siempre disfrutaba burlarse de su hermano menor, por solo unos minutos según lo registrado en la libreta de nacimiento. A pesar de ser mellizos, Emma tenía un carácter mucho más fuerte, siempre llevándole la contraria a su madre y presentando cierta complicidad con su padre. Lo contrario a Charlie, quien era como un pollito asustado buscando estar bajo el ala de su madre el mayor tiempo que se le permitiese. La morena amaba que su pequeño hombre sea así con ella, de cierto modo necesitaba sentirse protectora o necesaria para él, cosa que no pasaba con Emma. Quizás su idéntica personalidad provocaba que chocaran continuamente y que con sus ocho años ya sea una niña completamente independiente.

- Claro mi amor. Mami se quedara aquí contigo. Ahora duerme - se acomodó junto a su hijo sintiendo como sus pequeños brazos se aferraban a su cintura.

- Mami - volvió a susurrar provocando que la morena volviese abrir sus ojos - ¿Crees que algún día seremos felices?

- ¿No eres feliz? - temió por la respuesta, el niño solo levantó sus pequeños hombros.

- Parece que tu no lo eres, y Brody tampoco.

- Dile papá... y si soy feliz cielo, no pienses lo contrario.

- Si tu lo dices te creeré - sin más la respiración de su hijo comenzó a convertirse más profunda y tranquila dejando a Rachel hundida en sus propios pensamientos.

●●●

- Mami despierta - sacudió su cuerpo

- Déjame... - gruñó

- Tengo hambre mami. Hazme algo de comer por favor.

- He dicho que me dejes - gritó

- Pero me duele la panza y debo ir al colegio.

- Cocínate.

- Pero me quemare, mami. Por favor - pidió subiéndose a la cama de su madre apartando botellas en su camino - Tengo hambre - sollozó

- ¡Maldita sea, Rachel! ¡VETE!

●●●

- Rachel... Rach, despierta - pidió su esposo

THE BLACKLISTWhere stories live. Discover now