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Wooyoung se sentía culpable.

Pero se sentía tan jodidamente bien que la culpa se iba cada mañana.

¡Porque algo bueno tuvo que hacer para despertar con San cada mañana desde hace un mes!

Él no entendía, la primera noche esperó a que el mayor se durmiera y se levantó sigilosamente para ir hasta su propia cama, colocó su pijama y se metió dentro de las frías sábanas listo para dormir... una hora después se despertó por el repentino movimiento.

San estaba en su cama.

Abrió los ojos de golpe, asustado se hizo a un lado pero San interpretó el movimiento de diferente manera y se acercó más a él, ya que su cama estaba contra la pared había quedado prácticamente acorralado mientras San colocaba su cabeza en el cuello de Wooyoung y entrelazaba sus piernas.

— Te fuiste. —murmuró el mayor contra su piel.— Me desperté y ya no estabas...

— No quería molestarlo. —Wooyoung no sabía dónde carajos debía poner sus brazos, que se encontraban a sus lados, podría colocarlos en sus hombros o brazos, abrazar su cintura... pero el miedo estaba presente, el miedo de que mañana San despierte con cara de culo preguntándose cómo mierda terminó ahí.

Miedo de que lo rechazaran, otra vez.

— No me gusta dormir solo... —susurró San en su oído.— Antes de que vinieras, los gemelos dormían conmigo todas las noches. —Wooyoung podía jurar que los labios del mayor probaban su piel en cada palabra.— Me dio pena que creyeras que eran unos consentidos y empezaron a usar su habitación, aunque...

— A veces los chicos van ahí. —su voz salió más ronca de lo que él hubiera querido. Aclaró su garganta.— Por eso es que a veces los chicos duermen la siesta en su cama...

— Sí. —San respiró profundamente.— Desde Felix... yo no pude dormir solo, te acostumbras al calor de alguien más, sientes la soledad y es peor...

¡Cargos de conciencia mierdas!

— Lo siento... yo no quise hacerlo sentir mal con lo de su esposo.

San separó su cuerpo y Wooyoung sintió como el frío llegaba a su cuerpo. Su rostro a centímetros del de él. — Está bien, no te preocupes por eso... solo durmamos. —se acomodó nuevamente y ahí Wooyoung sí se animó a rodear la cintura del mayor.

Ese día despertó y San seguía ahí, rodeándolo con sus brazos como si temiera que se fuera, estuvo contemplándolo un momento hasta que el mayor abrió los ojos con una sonrisa.

— Buenos días...

Wooyoung tragó duro. — Buenos días.

— ¿Tienes hambre? —sonrió con los ojos cerrados y el menor juró que era lo más adorable que había visto en los últimos mil años.— Iré a hacer el desayuno. —se levantó para estirarse y lo vio salir por la puerta... como si nada, como si no hubiera dormido abrazado a él como a una almohada o un salvavidas.

Wooyoung se dijo que no se repetiría. Fue, definitivamente, el alcohol... fue solo una noche, la primera de muchas, en las que el mayor se quedaba dormido en los brazos de Wooyoung.

A veces San tocaba antes de entrar, otras parecía un sonámbulo y se dejaba caer al lado de Wooyoung que se acostaba de lado dándole espacio en su pequeña cama y así fue, hasta que San decidió que era jodidamente pequeña.


Los chicos ya se habían dormido, la casa había sido limpiada, San entró rápidamente a su cuarto y cuando Wooyoung estuvo apunto de abrir la puerta del suyo, la voz de San lo detuvo...

Daddy - SanWoo (Adaptación)Where stories live. Discover now