Daddy - SanWoo (Adaptación)

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— No me jodaaaaaaaaaaaaas. —Beomgyu movía el brazo de Soobin con emoción, haciendo que este regara todo su café en la mesa.— ¡No me jodaaaaaaaaaaas!

— Beomgyu, llevas veinte minutos diciendo lo mismo. —gruñó Soobin.— San ya se puso pálido y sonrojado muchas veces en esos minutos.

— ¡Va a casarse!

— ¡No me digas! —Soobin hizo rodar sus ojos.— Creí que me había traído hasta aquí y me había pagado el café porque me quería y no por interés.

— Sí te quiero. —San rio viendo a su mejor amigo rodar sus ojos.

— Pero no te vas a casar conmigo. —bufó Soobin suprimiendo una risa.— Dios... es tan irreal... tan poco creíble, estoy esperando a que te rías o llores.

— Hey ¿Por qué sería poco creíble? —San se hizo el ofendido tomando un trago más de su café.

— Déjame adivinar. —Beomgyu colocó sus dedos en su barbilla.— ¿Por qué el día que nos conocimos tenías cara de culo y apenas hablaste en la cena?

San enrojeció al instante.

Oh, solo de recordar aquella cita, él solo quería ir a casa, descansar, ver a sus bebés un rato antes de dormir, pero sus padres lo habían secuestrado y lo habían ido a meter a un restaurante con un tipo que no se calló en ningún momento, San no entendía en qué momento era en el que respiraba... pero todo el aire se le había ido cuando San mencionó a su palabra de libertad... "mis hijos".

Al decir esas palabras, Beomgyu palideció y San agradeció que todo al fin terminara. Pero no, no. Beomgyu empezó a preguntar sobre ellos y sus modales habían ganado... además, hablar de sus hijos siempre lo hacía feliz y Beomgyu parecía ser feliz escuchando sus historias de pañales mojados y leche regada.

— Tuviste una mejor primera cita con Choi que yo. —Soobin rio mostrando sus hoyuelos ampliamente.

— No, no... Soobin, te lo prohíbo.

— Apenas nos sentamos y pedí unos espaguetis con salsa se puso a llorar... diciendo que a él le gustaban los espaguetis. —Soobin negó con la cabeza.— En ese momento no entendí el problema y pase tres horas consolándolo...

— ¡Fuiste mi primera cita después de lo que pasó! —San gruñó.— Le dije a mis padres que no estaba listo...

— Un día lloras y al otro nos hablas del chico bajito, moreno y fastidioso de enfrente que cantaba bien pero demasiado fuerte... —Beomgyu empezó a sonreír mientras levantaba sus cejas emocionado.

— Oh, ¿Te refieres a el chico que "se apodera del pasillo con sus estúpidos cuadros como si no hubiera nada más productivo por hacer y aparte, estoy seguro, destruyó mis macetas"? —Soobin secundó a Beomgyu con una sonrisa.

— ¡Y tenía razón! —San dio un rápido golpe en la mesa.— ¡Él lo admitió! Sí mató mis plantas...

— Mató tu mal humor también. —Beomgyu le lanzó una mirada emocionada.

— Sabía que no tenía que contarles nada. —San bufó.— Son lo peor del mundo.

— Somos lo mejor que te ha pasado, basura. —Soobin rio fuertemente.

— No, ya no lo son. —San abrió su boca de golpe, mientras sus manos se movían frente a la cara de sus amigos y una sonrisa se extendía en su rostro.

— Mira este maldito. —Beomgyu bufó.— Consigue novio, ahora prometido y se cree con el poder de faltarnos el respeto, yo no te crié así Sanshine. —el menor colocó una mano en su pecho de manera dramática, los ojos de San giraron antes de soltarse a reír.

— Basta con eso de Sanshine, Choi, hasta mis padres me dijeron así un par de veces... ya, ahora vamos a lo verdaderamente importante... —las manos de San se juntaron nerviosas.— Sé que era obvio, pero quiero hacerlo oficial... ¿Serían mis padrinos?

Las sonrisas de los contrarios se ampliaron.

— Creí que nunca me lo ibas a pedir. —Beomgyu sonrió levantándose dando un rápido golpe en la mesa.— Es mi momento...

— Sería un honor, San. —Soobin sonrió, alcanzó su mano apretándola suavemente.— Solo... bueno, no es que no esté de acuerdo, ni siquiera necesitas mi permiso, pero... ¿No crees que es demasiado pronto? —el menor se removió incómodo en su lugar, pero no titubeó.— Llevan como seis meses en serio y ya se están casando.

— Ya arruinaste mi momento. —Beomgyu gruñó sentándose de nuevo, Soobin lo ignoró por completo.

Los pilares de San se movieron.

Observó a su mejor amigo, su rostro mostraba sinceridad y preocupación. Su duda era real y por lo que su rostro revelaba, había estado pensando en decirlo o no.

— Soobin, yo... lo sé. —San mordió su labio suavemente.— Sé que es demasiado pronto, sé que él es menor que yo, que ambos tenemos hijos... pero, no sé, solo no puedo dejarlo ir, cuando estoy con él, me siento pleno, feliz... iluminado, yo, no puedo imaginar mi vida sin Wooyoung y tampoco quiero hacerlo.

Soobin lo vio un momento, sus ojos escaneando su rostro, descifrando su sentir, hasta que una lenta sonrisa apareció en su rostro. — Bien, si estás seguro, voy a apoyarte San, estaremos contigo y nos aseguraremos que ninguno de los dos salga lastimado.

— Sería incapaz de lastimar a Woo... —San sintió sus mejillas arder.— Lo amo demasiado.

— Lo sé y eso es lo malo, lo que me asusta. —Soobin asintió suavemente.— Cuando amas a alguien, el dolor en tu corazón es más fuerte... no quiero que pases por eso de nuevo.

— No lo haré... estaré bien, los cinco lo estaremos ahora. —San sonrió hacia su amigo, su mano se apretó un poco.

— Y en serio arruinaron mi momento. —Beomgyu bufó.— Dejando a un lado el momento triste y de incógnitas, espero estés listo Choi San porque ¡Voy a preparar la mejor despedida de soltero de la nación!

— Eso no es necesario, Gyu... —San rio.— Estar con ustedes y unas películas será suficiente, podemos incluso ver alguna con los gemelos.

— Oh no, nada de eso. —el menor negó con una sonrisa.— Por un día dejarás de ser el padre de Yeosang y Hongjoong y te vas a divertir como Dios manda. Punto final.

San sonrió enternecido, mientras la mirada de Soobin era exasperada, sabía bien que él terminaría organizando esa despedida. Definitivamente, Choi San tenía a los mejores amigos del mundo.

— ¿Ese no es Sunoo? —Soobin le indicó con su cabeza una mesa un poco al fondo y los ojos de San se abrieron de golpe.— ¿Con quién está saliendo?

— No me jodas... —San tomó rápidamente una fotografía con sus manos temblando antes de enviarle la foto a Wooyoung.— No jodas...