Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Selin se acaba de ir, le ha propuesto viajar juntos a Dinamarca, pero él no está para eso, como le ha dicho tiene que ordenar las cosas en su cabeza y rellenar los huecos.
Eda no se parece en nada a lo que le ha dicho Selin... parece dulce y desde luego entiende su desesperación al ver que él no siente nada por ella cuando se iban a casar.
No concibe que él estuviera a punto de casarse, pero Engin se lo ha explicado todo y parece mas una telenovela turca que la vida real, ¿el, Serkan Bolat perdidamente enamorado de una joven florista? No, no puede ser... aunque cuando ha entrado ha sentido algo en el corazón y no puede abandonar el anillo que lleva escondido en el bolsillo. Aquel que le dio la enfermera con el nombre de Eda Yildiz... solo pensar su nombre le serena... ¿será cierto que el corazón si recuerda?¿es justo para Eda o para él que no quiera ni recordarla? ¿No debería darle una oportunidad al menos para hablar...? Sabe que no recuerda, pero siempre se ha pensado un hombre justo... le debe eso a Eda, les debe eso a su amor...
En ese momento suena la puerta, sin darle tiempo a hablar entra Eda y el se pone en guardia, de repente sabe que esta mujer puede ser la que mas daño le haga así que se enfunda en su coraza de robot...
Tenemos que hablar— dice ella irrumpiendo en el salón.
Eda, sea lo que sea lo podemos hablar mañana en la oficina, ¿se puede saber que estas haciendo aquí?— le pregunta Serkan.
No, no puedo esperar hasta mañana y no podemos hablar en la oficina, tengo que hablar contigo ahora....— dice ella
¿De que quieres hablar Eda?¡quiero estar tranquilo en mi casa!¿que quieres hablar ahora?— dice él poniéndose en pie.
¡De todo Serkan, tenemos que hablar de todo, de nuestro amor, de nuestra vida juntos, de todos los sueños que teníamos....— llora ella.
No existe nada de eso Eda, ¿está claro? Ya no se como decírtelo...yo no recuerdo nada de todo eso y como no lo recuerdo para mi no pasó nunca... así que déjalo Eda, por favor....— grita él. Ella siente como sus manos le tiemblan al abrir el sobre que lleva con ella, él le coge las manos con el sobre y la mira— por favor Eda....
Ella le mira a los ojos y se queda quieta, mira a su alrededor, tantas veces hicieron el amor en ese salón... tantas noches se abrazaron en ese sofá al color de esa misma estufa... y ve las dos copas de vino. Su corazón se rompe— has estado aquí con ella....
Serkan no le ha soltado las manos, no puede hacerlo, ella no ha dejado de temblar.
Ella le mira con los ojos anegados en lágrimas donde él ve dolor, miedo y pena... y algo de esperanza.
Serkan... solo te pido que me escuches... me merezco eso... igual que le has escuchado a ella... me lo debes— le pide dejando que las lagrimas caigan por sus mejillas.
Serkan la mira...— de acuerdo, ¿quieres tomar algo? ¿Vino?
Ella mira las copas de vino.— no, vino no... agua....
